La Gala de los Premios Marca a los mejores de la pasada temporada encumbró ayer a Alberto Cifuentes entre los grandes del fútbol español, al recibir el Trofeo Zamora al portero menos goleado del anterior curso en Segunda División.

El guardameta cadista acudió a la cita, celebrada en el Convento de los Ángeles, en Barcelona, acompañado por el presidente del club gaditano, Manuel Vizcaíno, y recibió el galardón de manos de Jennifer Pareja, asesora de presidencia del Consejo Superior de Deportes.

"Gracias a todos los que lo hicieron posible, los compañeros, el cuerpo técnico y al Cádiz”

Cifuentes se convirtió la pasada campaña en el cancerbero que menos veces tuvo que recoger el balón del fondo del marco en la categoría de plata al encajar sólo 29 goles en toda la Liga, después de disputar todos los partidos, 42, con un promedio por lo tanto de sólo 0,69 por encuentro.

Pero, más allá de los datos, el albaceteño, que el próximo mes de mayo cumplirá 40 años, se ha ganado a todos, aficionados y compañeros, con su profesionalidad, un trabajo del día a día que tiene reflejo sobre el césped con sus actuaciones. En los peores momentos del equipo, muchas veces ha sido el más destacado; en los mejores momentos, siempre suma desde su posición entre los palos.

En su cuarta temporada defendiendo el escudo, tiempo de permanencia en el club que en ausencia de Servando le ha valido para portar el brazalete de capitán, Cifuentes puede presumir de aparecer ya como el cancerbero de la historia de la entidad con más partidos de Segunda sin encajar gol. En total, 38 tras el 2-0 del pasado domingo al Reus, superando de este modo a Bermúdez (37), titular en la década de los 60 y 70. Bonilla y Bocoya se quedaron en 34.

Sin duda, el reconocimiento a su magnífica útima campaña y una foto de familia junto a futbolistas de la talla de Messi y Oblak son un premio más que merecido y un motivo para seguir en la misma línea y con la ilusión de un niño.