El Cádiz CF arañó un valioso empate a uno en Vallecas en un partido que pudo ganar y perder en el que VAR, que repartió justicia, le dio y le quitó un gol.

El equipo plantó cara a un Rayo Vallecano necesitado. Para no perder costumbre, defendió con su habitual seguridad, se rehizo de momentos delicados y hasta pudo ganar en el último instante. Al final, un punto que sirve para sumar y man tener con firmeza el liderato, con diez puntos de ventaja sobre el tercero.

El once deparó alguna que otra sorpresa, con el canterano Sergio en el centro del campo y Nano Mesa en punta. Lo demás, lo previsto, con Salvi en la izquierda e Iván Alejo en la derecha.

El 14 se erigió en el motor en ataque en un prometedor arranque que se ciñó al guión previsto. Los visitantes se protegieron en su parcela con orden, robaron y salieron con rapidez a la contra. A eso fueron

Iván Alejo entró una y otra vez y con sus centros al área llevó el peligro. Sólo faltó el remate, al que no llegó por centímetros Nano Mesa.

El dominio de los locales fue en aumento con el paso de los minutos. Lógico. Si hay algo que quiere el Rayo es el esférico. Si hay algo de lo que huye el Cádiz es de la posesión.

Cada uno jugó a lo suyo y ninguno impuso su estilo por encima del otro. La mejor noticia para los de Álvaro Cervera fue no hacer trabajar a Alberto Cifuentes, eso sí, a costa de desaparecer arriba. La cuestión era que no pasara nada y nada pasó salvo algún lanzamiento a balón parado, algún intento del ex cadista Álvaro García...

El partido se enredó de tal manera que ni uno y otro llegó de verdad a la portería contraria. A lo máximo que llegaron los gaditanos fue a un par de saques de esquina y de nuevo a la irrupción de Iván Alejo en la recta final de la primera mitad.

Cuando el cero a cero parecía inevitable al descanso, en el minuto 37 el líder abrió el marcador con la inestimable colaboración del VAR. Nano Mesa rompió por velocidad, se internó en el área y sirvió en bandeja para que Alejo, el más entonado, empujase el cuero a puerta vacía.

El auxiliar de banda levantó el banderín y la decisión quedó en manos del videoarbitraje. Dos minutos de incertidumbre hasta que el colegiado recibió el visto bueno. Gol, 0-1 y al intermedio con una renta mínima pero valiosa con el recorrido de siempre: defensa a ultranza y máximo aprovechamiento de una acción ofensiva.

El único tiro a puerta una primera parte equilibrada lo hizo el líder. Uno fue suficiente para mandar a falta del periodo definitivo. Los de Vallecas no llegaron a poner a prueba a Cifuentes pero quedaba lo más difícil, que era conservar la ventaja.

El Rayo apretó el acelerador en la reanudación. No le quedaba otra. De hecho, Ulloa firmó en el 49 el primer disparo de los locales pero Cifuentes repelió el cuero con acierto. En el 57, Pozo soltó un derechazo que se escapó por poco.

El Cádiz resistía los embates de los anfitriones mientras Paco Jémez puso más madera con la entrada del delantero Andrés Martín en lugar del defensa Antonio Luna.

Arriesgó al máximo el cuadro madrileño, que acumuló más hombres más arriba y obligó a los amarillos a esmerarse aún más en la destrucción. Cervera movió el banquillo y apostó por Garrido y Choco Lozano para el tramo definitivo. Dos delanteros para hacer dudar a un Rayo que vio muy cerca el empate en el minuto 68 con una volea de Trejo que parecía gol hasta que Cifuentes, en modo héroe, hizo un paradón para mantener la renta.

De posible 1-1 al casi 0-2 en la siguiente jugada, con un mano a mano de Nano Mesa con Dimittrievski, que impidió que los amarillos se marcharan en el marcador.

Aparecieron las ocasiones y en el 74 llegó el 1-1 en una jugada de mala fortuna. Trejo controló dentro del área, soltó un latigazo y el esférico rebotó en Marcos Mauro para desviar la trayectoria y despistar a Cifuentes.

El gol tuvo efectos vitamínicos en el Rayo y trasladó las dudas a los visitantes. En el 76, el poste impidió el 2-1 tras un testarazo de Catena en los mejores momentos de los de Jémez.

Pero el Cádiz, ya con Jurado en el césped, supo rehacerse, supero los momentos de tensión y generó varias oportunidades. De hecho, José Mari hizo el segundo gol en el minuto 87 pero el VAR decretó fuera de juego de Lozano. Lo era y el 1-2 no subió al marcador. El hondureño había perdonado poco antes con un cabezazo delante de la portería que envió a las manos del arquero.