El Athletic de Bilbao femenino repite título en el Trofeo Carranza femenino, después de vencer 1-0 al Atlético de Madrid, en un partido emocionante que contó con acciones muy destacadas. La escasa afluencia de espectadores, lo peor.

El encuentro comenzó a un ritmo alto, sobre todo por parte de un Athletic de Bilbao que con un 4-3-3 buscaba con descaro la portería de Lola Gallardo. Lo cierto es que el premio a esa salida en tromba llegó a saque de esquina. Nekane colgaba el balón al corazón del área para que Naroa conectara con mucha fuerza de cabeza para abrir la cuenta. Dos minutos habían sido suficientes para que el campeón de hace dos años pusiera tierra de por medio.

A partir de ese momento el Atlético dio un paso al frente al tiempo que las ‘leonas’ daban otro hacia atrás. Pero este último tenía trampa porque cada vez que recuperaban la pelota el peligro era claro. Banini trataba de cargar con la responsabilidad inventando una acción que resolvió con un tiro que detuvo Andrea.

El poco público presente se lo pasaba bien porque el partido hacía méritos al potencial de ambos conjuntos, aunque las llegadas hasta el descanso estuvieron marcadas por el escaso peligro. Precisamente poco antes de que concluyera el primer acto, Kgatlana se inventó una acción de fábula escapándose de todas las jugadoras rivales pero su tiro le salió mal y ni siquiera fue entre palos.

El siguiente ataque se convirtió en la réplica bilbaína al ganar Azkona en velocidad hasta que la ya lesionada Van Dongen se cruzó a tiempo. Así, en esa acción, se alcanzó el ecuador.

El descanso presentó a un conjunto colchonero mucho más enchufado y con una velocidad mayor que el Athletic. La banda derecha fue un filón para Deyna, que mezclaba de manera acertada velocidad y casta para traer en jaque a su par. Lo intentaban las rojiblancas con un centro de Kgatlana que precisamente Deyna enviaba fuera con todo a favor, así como con un balón colgado por Simón que, tras algún rechace, Kgatlana no cabecea con la suficiente confianza.

A Óscar Fernández, entrenador del Atlético, le gustaba lo que veía pero entendía que era necesario refrescar el ataque, de ahí a que se la jugara con Ajibade y Bárbara a pesar de que retiraba a Deyna, una de las mejores del encuentro. Definitivamente el bloque madrileño iba casi a la desesperada a por el empate. Lo tuvo Sampedro en u pase de la muerte de Ajibade, pero se llenó de balón y éste golpeó en el larguero.

Se consumieron los minutos con pocas fisuras por parte del Athletic, de ahí a que repitiera como campeón del formato femenino.