Lo que parecía que iba a ser una alegría para el Cádiz CF se tornó en tristeza en los últimos instantes del partido contra el Almería disputado en el Power Horse Stadium a la hora del almuerzo del sábado 18 de marzo (26ª jornada de Liga).

Cuando el conjunto gaditano tenía la victoria en el bolsillo, el Almería apretó en busca del empate y Momo Mbaye cometió una imprudencia dentro del área que cambió el rumbo del partido.

El central del Cádiz CF metió la pierna a destiempo, cuando el balón ya era para Pacha Espino, y derribó a Luis Suárez. Carlos del Cerro Grande no lo dudó un instante y señaló el penalti con el que el Almería logró la igualada a uno definitiva en el minuto 97.

Momo Mbaye se quedó muy afectado desde el mismo momento en que el colegiado pitó la pena máxima. Se dio cuenta enseguida de que había metido la pata en una acción en la que no midió bien.

Tras el pitido final, aún sobre el terreno de juego con la acción decisiva muy cercana en el tiempo, el zaguero cadista empezó a sentirse peor. Se puso en posición de cuclillas con la mirada perdida. Después, cayó al suelo con la manos en la cabeza. Seguro que en su cabeza no paraba de darle vueltas a lo que le acababa de suceder.

El canterano caminó hacia el banquillo completamente desolado, entre lágrimas que no paró de soltar una vez que se sentó en la zona reservada a su equipo. El central recibió el consuelo de sus compañeros desde el primer instante.

El error forma parte del fútbol y esta vez le tocó a Momo Mbaye con ese penalti que quizás no le deje dormir bien, consciente de que fue determinante. Lo que le pasó le servirá para ser más fuerte si sabe asimilar que nadie está libre de cometer un fallo. Un ejemplo: poco antes de que el defensa hiciese el penalti, Bongonda no acertó solo delante del portero en lo que hubiese sido el 0-2. De haber marcado el belga, nadie se acordaría del penalti de Momo.