Mal asunto cuando las amistades no ayudan al crecimiento en todos los ámbitos de la vida. Malas compañías suelen llamarse. La denuncia a Rober Correa se produce en un contexto que también afecta a su compañero Ager Aketxe, un futbolista que recientemente se vio salpicado por otra polémica judicial y que en la madrugada del pasado 18 de marzo se encontraba con el lateral derecho en el Parking Puerta del Mar para  recoger el coche de su propiedad.

El ex jugador del Athletic Bilbao eludió hace apenas tres meses la cárcel si bien fue condenado a dos meses de multa por agredir, en compañía de otros jóvenes, a un ertzaina. La sentencia, del Juzgado de lo Penal 1 de Bilbao, impuso igualmente al joven futbolista una multa de cerca de 720 euros al considerar probado que participó en una paliza a un agente de la policía vasca que estaba fuera de servicio el 9 de agosto de 2015, durante las fiestas del barrio de Romo, en el municipio de Getxo (Bizkaia), y a quien los acusados arrojaron al río Gobela. Además de imponer la multa a Aketxe, la jueza absolvió a otro de los acusados y responsabilizó principalmente a un tercero de la agresión, por lo que le condenó al pago de tres meses de multa y a indemnizar a la víctima con 4.680 euros.

La resolución consideró probado que el agente se identificó como tal ante los acusados antes de que comenzaran los hechos, si bien los jóvenes le golpearon y uno de ellos le propinó una patada que le hizo caer al río desde dos metros de altura. Sin embargo, la jueza decidió absolver a los tres acusados de un delito de atentado contra la autoridad al considerar que ante “la confusión” de la trifulca, los jóvenes pudieron no entender que estaban ante un agente, como aseguraba la defensa.

La Fiscalía había pedido cuatro años de prisión para Aketxe, así como para otro de los acusados, como autores de un delito de atentado contra la autoridad y un delito de lesiones leves.