La explosión de alegría de Airam Cabrera tras marcar en el reciente duelo provincial contra la Balona obedecía a más de un motivo. Por un lado, ese tanto ponía por delante en el marcador al Cádiz, que remontaba el tanto inicial del conjunto linense. Por otro, el tinerfeño rompía una sequía de seis partidos sin ver puerta en el último mes y medio. Y los delanteros son más felices cuando perforan la portería contraria. Airam se reconcilió con el gol frente al rival al que casi siempre suele marcar. El último tanto, antes de acertar contra la Balona el pasado sábado, data del pasado 22 de febrero en la visita al campo de La Hoya Lorca, cuando firmó el gol del empate (2-2) a falta de ocho minutos para el final.

El recorrido del atacante no ha sido fácil en los últimos tiempos. De esa media docena de jornadas que van del penúltimo al último tanto se quedó sin participar en dos (contra Cacereño y San Roque de Lepe) al estar sancionado y frente al Sevilla Atlético apenas duró 20 minutos sobre el césped antes de ser expulsado.

El ariete acumula 11 dianas en la Liga -más uno en la Copa del Rey- a falta de cinco jornadas para el cierre del campeonato. Lo tiene muy difícil para llegar a los 23 que hizo la pasada temporada, aunque el canario no sólo vive del gol y ofrece esfuerzo en ataque y defensa, juego de espaldas e implicación para aportar su grano de arena en pos del objetivo común del ascenso a la categoría de plata.