Pelotazo económico, sablazo emocional. Aridane Hernández, el alma de la defensa del Cádiz durante las últimas dos temporadas, cambia el amarillo por el rojillo de Osasuna. Ídolo de la afición tras un comienzo dubitativo como cadista, se convertirá en rival el próximo curso, pero su paso por la capital gaditana no quedará en el olvido. Y será así por lo mucho que ha dado en el césped y por lo mucho que da en su marcha. De hecho, el traspaso del central canario pasa a convertirse posiblemente en la operación de venta más importante de un futbolista en la historia del club, que ingresará como mínimo 1,5 millones de euros.

La noticia venía masticándose desde hace algunos días. El interés de la entidad de Pamplona era un secreto a voces y desde la Tacita de Plata se ha visto una extraordinaria oportunidad de hacer caja con un futbolista que llegó como cedido por el Granada hace un par de ejercicios, se quedó ya en calidad de propiedad el pasado verano y ahora se va con el deber más que cumplido.

En dos campañas, Aridane ha pasado de sembrar ciertas dudas a titularísimo para Álvaro Cervera. Sus números no dejan lugar a la duda. En total, 72 encuentros de Liga y cinco de Copa del Rey.

En su primera campaña como amarillo, Aridane disputó 33 partidos en Liga y actuó en los cinco de Copa. De menos a más, Claudio Barragán acabó por otorgarle su confianza y Cervera mantuvo la apuesta. 30 veces titular hasta completar un total de 2.741 minutos, contribuyó de forma decisiva al ascenso obtenido en Alicante ante el Hércules, un éxito que celebró con tanta alegría como el que más. En el Rico Pérez aún deben recordarle.

Una vez estampada su firma como jugador de pleno derecho y propiedad del Cádiz, el canario siguió en la misma línea y el pasado ejercicio se fue hasta los 39 choques en Liga, todos como titular, para un total de 3.505 minutos. Además, se estrenó como goleador con el 1-0 en el empate a dos con el UCAM Murcia en Carranza y anotó una segunda diana en la victoria por 2-1 contra el Elche. En Copa esta vez no participó.

A sus 28 años, Aridane da un importante salto en su carrera al recalar en un histórico con las máximas aspiraciones tras consumar el descenso a Segunda.

Para el Cádiz, por su parte, el traspaso supone una importante inyección económica, ya que a los 1,5 millones de euros, que se cobrarán al contado, hay que añadir una partida de 500.000 euros más que quedan en el aire y dependen de que Osasuna ascienda a Primera en las próximas tres temporadas, algo en absoluto impensable.

La operación de la venta de Aridane a Osasuna la han llevado de forma conjunta el consejero delegado, Quique Pina, y el director deportivo, Juan Carlos Cordero, con el director deportivo del club navarro.

Como no podía ser de otra forma, el Cádiz expresó ayer su agradecimiento a Aridane por su entrega y profesionalidad, deseándole suerte en su nueva etapa.

Al mismo tiempo, Cordero aceleró las operaciones porque se le acumula el trabajo. Ahora, además de cubrir las demandas del entrenador, también debe encontrar a un central de garantías.