Nada hacía presagiar a Rita Benítez que la propuesta que un buen día le hizo un profesor mientras excavaba en un yacimiento portuense en 1997 derivaría en lo que hoy es ERA. "Me dijo que si le podía explicar a los niños en qué consistía mi trabajo, lo hice y me encantó". Le gustó tanto que pensó en hacerlo cada día de su vida. Cada año. Y con éste van 17 que fundó esta empresa de gestión sociocultural que nació con el objetivo de despertar la curiosidad por el conocimiento en los modos de vida del hombre, desde el ámbito de la arqueología experimental.

En la actualidad imparten 30 talleres de prehistoria en su sede principal situada en la carretera del Marquesado, a los que se suman otros de historia de las colonizaciones en Doña Blanca y del mundo clásico en Baelo Claudia, entre otras iniciativas como campamentos urbanos, edición de libros o reproducción de piezas arqueológicas para regalo. Por dar una cifra orientativa, pueden llegar a recibir en un día hasta 200 niños, alcanzando una media de 12.000 visitas anuales, 4.000 menos que lo que llegaron a alcanzar en los buenos tiempos, pero manteniéndose en el candelero, "con la misma ilusión que el primer día", explica la empresaria, que acaba de recibir el premio Human de la UCA, en reconocimiento al compromiso de una trayectoria sustentada en sólidos principios.

"Lo más importante es que todos se vayan con una sonrisa en la boca. Y eso lo tienen claro todos mis monitores", comenta. Esto como máxima. Y para conseguirlo, se sirven del "rigor, la garantía y la legalidad vigente en todos los aspectos".

Rita Benítez insiste en estos principios. "La gente viene en busca de un entorno agradable en medio de la naturaleza donde divertirse. Pero también piden garantía de aprendizaje".

Otra de sus máximas ha sido la creación de puestos de empleo estables, "algo que brilla por su ausencia en muchas empresas", con la consiguiente competencia desleal. Pero ella sabe que va por buen camino, "porque es necesario que la gente tenga un sueldo digno y las condiciones necesarias". Fuertes cimientos sobre los que Era ha llegado a alcanzar una plantilla de hasta 160 personas, aunque en la actualidad son 96, dada la imposibilidad de mantener algunos programas subcontratados cuyos pagor por parte de las administraciones no llegaban a tiempo.

¿Y cómo se sobrevivir en este terreno y con estos objetivos? "Pues echando mas horas del reloj, trabajando 24 horas al día, no podemos dejar de pensar".

Porque, eso sí, la imaginación es el motor de Era, "es la actitud que debemos tener, hay que reinventarse siempre para conquistar nuevos escenarios".

Como el del teatro de Baelo Claudia, donde este año celebrarán la segunda edición del ciclo de música Las lunas de Baelo. También han lanzado programas de integración desde el Aula Municipal de Convivencia en Puerto Real, destinado a alumnos de institutos públicos desmotivados en los estudios e incluso alcanzado nuevas tierras, pues ya se han implantado en Zafra, Badajoz. Es la filosofía Era, que hoy se expande por un camino que emprendió Rita con buen pie, 17 años atrás.