Como no podía ser de otra forma, el sector de la energía no iba a ser una excepción ni ser inmune a un panorama cambiante e incierto. Es precisamente energía, en el más amplio sentido del término, lo que no puede faltar a nuestra provincia para construir el camino hacia el futuro de todos nosotros, y especialmente de los que nos sucederán y seguramente nos juzgarán, por nuestra actitud ante esta crisis y nuestra respuesta ante los retos que nos está planteando.

Cada vez con más insistencia, aunque no es nuevo el discurso, se nos está conminando a un cambio de modelo productivo que impulse el desarrollo de nuestra sociedad. Un modelo basado en el conocimiento, el talento, la innovación, la exportación y desde luego la sostenibilidad, realmente no hay otro camino para el desarrollo futuro que necesitamos.

No voy a caer en analizar los continuos vaivenes en la política energética española, ni tampoco en materia de innovación y desarrollo tecnológico, que tanto influye en este sector, ni en el ruido y pocas nueces a las que ya estamos acostumbrados cuando se habla de ayudas a la I+D. La innovación es una actitud y se puede ser innovador sin subvenciones, y adaptarnos para el nuevo modelo basado en la innovación, la transferencia del conocimiento y el talento. Hablar de talento es hablar también de ingenio ¿Acaso no lo hay en nuestra tierra? El ingenio nos capacita para sacar provecho a recursos que para otros pueden resultar poco interesantes. Precisamente son nuestros recursos energéticos naturales los que nos ofrecen grandes posibilidades de mover nuestra economía local. Me refiero a nuestros recursos energéticos renovables, que por otra parte son los únicos autóctonos que tenemos y pueden ser aplicados a usos innovadores poco explorados.

Últimamente estamos asistiendo a un verdadero acoso y derribo, interesado, de las energías renovables. Cabe preguntarse, ¿quién está interesado en que no se aprovechen? Aparecen como culpables de las subidas de nuestra factura de la energía eléctrica que consumimos ¿No será más bien la ambición especulativa con estas energías las que han provocado problemas, más que las propias energías renovables en sí? En cambio, parece que nadie quiere analizar el verdadero fondo de la cuestión de los altos costes energéticos, subvenciones a fuentes energéticas no renovables, el oligopolio de las grandes eléctricas en un teórico mercado liberalizado, subastas de la energía eléctrica con mecanismos y procedimientos poco claros, y el tristemente famoso déficit de tarifa que no debe ser atribuido, incluso casi exclusivamente, a las energías renovables, como algunos pretenden.

En la provincia de Cádiz tenemos un enorme recurso energético solar, somos la Costa de la Luz, por algo será, y un impresionante recurso eólico que ofrece unas muy buenas posibilidades para el desarrollo de proyectos energéticos sostenibles, pudiendo atraer inversiones de otras zonas de España y otros países. La provincia de Cádiz fue pionera en el aprovechamiento de la energía eólica en España y de los primeros en Europa. Los más jóvenes no conocieron el aerogenerador experimental que se instaló en Tarifa, del cual se extrajeron importantes conclusiones y conocimiento, I+D+i, que permitió impulsar esta energía en nuestro país hasta convertirlo en referente mundial en dicha tecnología. No cabe duda de que nuevos proyectos generarían una cantidad importante de puestos de trabajo, y ayudarían a mantener muchos de los que aún están en el sector energético en la provincia, ligados a lo que ya se llama en todo el mundo economía verde. Puestos de trabajo de diversa naturaleza, desde empresas de ingeniería, instaladoras y mantenedoras, que provocarían que empresas de suministros industriales aumentaran su volumen de ventas y en definitiva se generaría movimiento en nuestra economía local, generando riqueza.

Seguimos esperando en España que se publique el nuevo marco para las energías renovables, llamado Balance Neto de Energía, que no requiere subvención alguna y que consiste básicamente en ahorro directo en la factura eléctrica de ciudadanos y PYMES gracias al llamado popularmente autoconsumo eléctrico. Este sistema lleva años funcionando en multitud de países ¿Cómo se entiende que siendo España un país puntero en tecnología e implantación de instalaciones de energías renovables dejemos pasar el tren? Que cada uno imagine qué puede estar bloqueando esta nueva regulación.

Nuestras PYMES necesitan mejorar la competitividad, y un aspecto clave es reducir sus costes energéticos, como ocurre en otros países, así la implantación del Balance Neto y las medidas de mejora de la eficiencia energética, ayudarán a superar la situación de crisis a nuestras PYMES, que por cierto juegan un papel vital en la economía provincial. No cabe duda que en nuestra provincia tenemos recursos técnicos y humanos capaces de impulsar la economía verde en el sector de la energía y que, dicho sea de paso, va siendo hora de que los gaditanos conozcamos nuestro potencial tecnológico en el sector energético, con nuestra Universidad de Cádiz y sus grupos de investigación participando en proyectos internacionales del máximo nivel, PYMES de nuestra provincia trabajando en proyectos de I+D regionales, nacionales e internacionales, en proyectos industriales en todo el territorio nacional, en la Unión Europea y en los mercados exteriores a la misma.

Si no conocemos nuestro potencial en el sector de las energías renovables, seguiremos pensando muchas veces que lo mejor viene de fuera, y no siempre es así, quizás tendríamos que empezar por superar ciertos complejos y prejuicios con nuestras propias capacidades, que sólo causan perjuicios a nuestras propias empresas.

El desarrollo del sector de las energías renovables nos permitirá exportar conocimiento, tecnología y equipos que bien podrían fabricarse en la provincia. Recuerdo una conversación, hablando de desarrollo tecnológico en España, donde me dijeron que una de nuestras debilidades era que estábamos lejos de las áreas de desarrollo. Mi respuesta fue sencilla: depende esa distancia de donde fijemos los objetivos de expansión, y ¡qué casualidad!, la crisis ha centrado el interés de la Unión Europea para el desarrollo del sector energético en los países árabes del área del Mediterráneo, y en América Latina ¿Será que el centro se ha desplazado, hacia donde estamos nosotros? Tenemos en nuestra genética las habilidades para el comercio, heredadas de los fenicios, pongámoslas en valor, miremos a otros mercados no tan lejanos ya y aprovechemos esta oportunidad que aparece. No nos podemos permitir dejarla pasar. Entre todos tenemos que cambiar las estrategias, hay que agruparse aportando las habilidades de cada uno, muchas veces las micro PYMES y PYMES, pretenden capear la situación en solitario en este sector, no analizando la ayuda que supondría conseguir estructuras productivas más sólidas al constituir "clusters" o grupos de empresas, complementarias entre sí, pero más fuertes en conjunto, a fin de competir en el sector de la energía en un mercado globalizado. La competitividad basada en el talento, el conocimiento y la innovación puede hacer que PYMES y agrupaciones puedan competir con éxito en cualquier mercado, no siendo el tamaño tan crítico, sino más bien la capacidad innovadora y la calidad.

No reaccionar ante los cambios, teniendo potencial, capacidad humana y tecnológica, sería un error que la provincia de Cádiz no se puede permitir. Está casi todo por hacer, hagámoslo.