Un verano difícil desde el chiringuito

Propietarios de estos negocios se quejan del retraso en su apertura a raíz del nuevo sistema de licencias Los problemas en la construcción y de financiación, claves

Estructura de uno de los chiringuitos emplazados en la playa Victoria.
Miguel Aguilar Cádiz

06 de julio 2014 - 01:00

Si un turista no pisa Cádiz desde el verano pasado posiblemente se sorprenda al buscar cualquiera de los chiringuitos hasta ahora presentes en las playas de la ciudad. Primero se preguntará por qué a pocas fechas de empezar el verano aún estaban muchos de ellos en fase de construcción. Después, buscará las habituales estructuras marrones de madera oscura en lugar de una gran edificación blanca . Y por último echará en falta, al menos, a la mitad de los establecimientos que el verano pasado ofrecían sus servicios.

Sin duda éste será un verano diferente para los chiringuitos de la ciudad. Después de las modificaciones en la adjudicación de los permisos y en la estructura, los diferentes propietarios afrontan la época estival con mayores dificultades que en años anteriores.

"Ha sido complicado", resume Iván Periano, del chiringuito Pikachos. El dueño del establecimiento situado en la playa Santa María del Mar es capaz de enumerar los inconvenientes que han acompañado a su sector este año: "El Ayuntamiento ha licitado muy tarde, hemos tenido que retrasar la apertura por motivos de construcción y, además, el tiempo no ha acompañado".

Unas dificultades que Fernando Mesones, presidente de la Asociación de Empresarios de Playa de la Provincia de Cádiz considera claves para explicar por qué a principios de julio tan solo están en funcionamiento cuatro de los nueve afectados por la nueva licencia de apertura. "Al retraso en la concesión hay que sumarle el tiempo de construcción y la necesaria búsqueda financiación", explica Mesones, que también es dueño del chiringuito gaditano El Barco.

Sin embargo, no todos piensan igual. Desde el chiringuito El Potito reconocen estar abiertos desde el 23 de mayo y "llenar casi todo el día". Su encargado, Eduardo, se aventura incluso a calificar el inicio de la temporada de verano como "exitoso".

Otro de las grandes novedades de estos nuevos chiringuitos es su diseño. Más allá de diferencias estilísticas, los propietarios recuerdan que han tenido que desechar todo lo relativo a la estructura anterior. "Se ha tenido que realizar una inversión muy grande", reconoce Iván Periano, a lo que Mesones añade que se trataba de un proceso que requería mucho tiempo, y ha contribuido a que los chiringuitos abran sus puertas más tarde que otros veranos.

Fernando Mesones, además, recuerda que el nuevo modelo de chiringuito no está adaptado a las características de las playas de Cádiz ni a sus condiciones climatológicas. "Vamos a tener que hacer mejoras porque los locales no están preparados para los meses de frío y viento". Y es que la nueva concesión permite que los chiringuitos permanezcan abiertos desde el mes de marzo hasta noviembre.

Unas desavenencias que Mesones espera puedan solventar: "Llevamos mucho tiempo discutiendo con el Ayuntamiento para poder solucionarlo".

Desde el chiringuito Potito reconocen que "hay quien prefiere el estilo antiguo", aunque consideran que el nuevo estilo ofrece una imagen diferente. "Le da un toque de elegancia", afirma su responsable.

"Se presenta un verano difícil", aventura Fernando Mesones. Pues, a todas las complicaciones relativas al nuevo pliego de condiciones hay que sumar el factor climatológico. "Nosotros dependemos mucho del tiempo", afirma el dueño de El Barco. Algo que comparten desde Pikachos, donde Iván Periano reconoce que los últimos días con viento de poniente les ha perjudicado.

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