Gloria Elizo, abogada, exjueza y destacada dirigente en los tiempos fundacionales de Podemos, mantiene una actividad intensa en el Congreso de los Diputados, en cuya mesa ocupa el cargo de vicepresidenta tercera. Habla entre pleno y pleno con este diario de su último libro, Villarejo, el emérito de las cloacas, que presentó en Cádiz el pasado jueves y que ha escrito mano a mano con Pablo Fernández.

A pesar de los escándalos políticos que han ido salpicando la vida española en las últimas décadas, que en todo caso en nada ensombrecen los avances democráticos logrados en este tiempo, Elizo y Fernández han elegido las corruptelas protagonizadas por el antiguo comisario José Manuel Villarejo, como hilo conductor de lo ocurrido en las cloacas del país en estos años.

"El libro es un pequeño relato novelado de la corrupción en estas décadas. Villarejo es la excusa que utilizamos como hilo conductor de todos estos casos, que van más allá de los hechos criminales. El excomisario es un personaje que aparece en los momentos claves de la historia de España, en la etapa final del franquismo y el inicio de la transición, con una fuerte relación con la policía en un intento por controlar el poder político y los servicios de seguridad de muchas empresas".

Está Villarejo, pero también están otros casos como el del Pequeño Nicolás, que es la "imagen cutre" de la corrupción, o por lo menos la que se traslada. "Un chico joven, un payaso, que acaba rebajando la relevancia de lo que estaba detrás de él, como el blanqueo de dinero", comenta la autora del libro.El trabajo hace un extenso recorrido por estas décadas, centrándose en lo que ya se ha ido conociendo a través de los medios de comunicación. Pero al unificarse en un libro y con un relato ágil y nada académico, traslada al lector la gravedad de lo viviedo en España.

"Como llevamos décadas hablando de estos casos, al final se ha producido un normalización de los mismos", advierte Elizo que afirma que esta situación provoca que “no se le dé importancia a la hora de preservar la estructura democrática del país”.

Para la vicepresidenta tercera del Congreso es esencial que la clase política "asuma la responsabilidad de lo que la corrupción ha supuesto para la desafección de los ciudadanos de la clase política", considerando urgente que las medidas que se adopten de regeneración sean efectivas y se llegue a la normalidad en la vida política y en su relación con los ciudadanos.

Cuando se le pregunta si, tras años tan turbulentos, se puede llegar a esta deseada normalidad, Gloria Elizo reconoce que "soy una persona que tiende a ser optimista. Tenemos una oportunidad para que, cada uno en su lugar, acabemos con la impunidad de estos años", mencionando la necesidad de “acabar con los secretos oficiales pendiente del franquismo. Confío en que se ordene la legislación española y que no hayan espacios opacos que oculten nuestra historia”.

Gloria Elizo, que tuvo un papel relevante en la creación de Podemos, se mantiene ahora en un segundo plano que no ha limitado su capacidad de crítica, y autocrítica.

La presencia de Podemos, a través de UP, en el gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez, ha creado cierta desilusión en la exjueza, al "diluirse" parte del impulso nacido con el Movimiento del 15-M. Menciona así la obligación de poner el foco en la adopción de medidas sociales de forma urgente, “ante la persistencia de antiguas estructuras sociales”, considerando que en estos años de gobierno de coalición “no se ha avanzado lo suficiente en la eliminación de las desigualdades”. Otro déficit que plantea es “el gran fracaso” que supone la no renovación en tiempo y forma del poder judicial.

Este lento, o nulo, avance en acciones progresistas puede provocar un choque con el electorado progresista, temiendo más por un aumento de la abstención entre estos votantes, por lo que reclama sobre todo “autocrítica”.

Autocrítica y diálogo en la izquierda. El ejemplo lo puso ella misma al invitar a Teresa Rodríguez a la presentación de su libro. Rodríguez, que sufrió los ataques de Podemos en el Parlamento andaluz."Por encima de los partidos están las relaciones personales y el respeto a los compañeros. Yo he trabajado muy bien con colegas de otras formaciones. Necesitamos tener proyectos conjuntos". Y recuerda que ellos vivieron en Madrid la ruptura de la izquierda que provocó la pérdida del Ayuntamiento de la capital. Teme Elizo que se pueda llegar a esa situación en Andalucía por lo que reclama una política y una acción común de las fuerzas progresistas.