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Cádiz

Una treintena de alumnos se encierra para protestar contra Bolonia

  • Los estudiantes pasaron la noche en Filosofía y Letras, donde permanecerán al menos hasta el jueves · Denuncian que la reforma esconde la privatización del sistema universitario

Una treintena de alumnos de la Universidad de Cádiz (UCA) pasó ayer la noche en la Facultad de Filosofía y Letras en protesta por la reforma universitaria que plantea el Plan Bolonia y que conllevará a una convergencia de las enseñanzas universitarias.

Este encierro se prolongará, al menos, hasta el próximo jueves, cuando los estudiantes celebrarán una asamblea para decidir si siguen o no con la iniciativa. Una iniciativa que ha partido de un grupo independiente de alumnos y que en su mayoría son estudiantes del centro universitario en el que se han encerrado, aunque también se han unido a la causa alumnos de Medicina, Enfermería, Ingeniería, Fisioterapia y de varios centros del campus de Jerez.

Así lo aseguraron ayer José Gallego y Jorge Costa, alumnos de cuarto de Filología Árabe y quinto de Historia, respectivamente, que ofrecieron una rueda de prensa a media mañana para informar del motivo del encierro, que no es otro que su rechazo hacia el llamado Plan Bolonia.

"Entendemos que el Plan Bolonia no es una reforma de la educación a nivel europeo a secas, sino que se enmarca dentro de un plan estratégico para conseguir una Europa neoliberal que ataca al Estado del bienestar. Una Europa del capital que franceses, holandeses e irlandeses han rechazado a través de las urnas. Por eso, nuestro rechazo no es a cuestiones puntuales del Plan Bolonia, sino al plan en sí", inició el discurso Gallego.

El estudiante también criticó la aplicación del mismo, ya que se está demostrando, señaló, "la falta de democracia que existe a nivel europeo, pues es una reforma que se está tejiendo de arriba hacia abajo y con una falta de información escandalosa. A los universitarios, más que información nos está llegando propaganda por parte del Ministerio, de la Unión Europea y de las instituciones universitarias". Y denunció que se les haya tachado de "niños caprichosos", "bárbaros", "reaccionarios" y de "ir en contra el progreso" por oponerse a un proceso universitario "que se quiere implantar sin diálogo y sin consenso".

Su compañero aseguró que con el nuevo Espacio Europeo de Educación Superior la universidad va a dejar de ser un espacio crítico y público y una fuente de transformación social, para pasar a estar completamente subordinada al mercado laboral. "Esto está recogido en el propio manifiesto de Bolonia", apostilló.

Asimismo, ambos criticaron que la reforma de la universidad persiga dejar a un lado la formación de las personas para formar a empleados, y se quejaron también de la "elitización" que promueve: "El elevado precio de los estudios de posgrado y la necesidad de realizar estos estudios para poder acceder en mejores condiciones al mercado laboral implican esa elitización que denunciamos". En este punto hablaron de las criticadas becas-renta, en las que el Estado ofrece a todos los estudiantes la posibilidad de acceder a la formación, pero mediante la financiación de entidades bancarias a las que el Estado pagará los intereses. "Con lo cual -comentaron- se privatiza la educación, ya que el Estado renuncia a su teórica obligación de fomentar el acceso a la universidad y otorga esa potestad a las entidades bancarias".

Por último, expusieron sus objetivos. Quieren un debate abierto con los responsables de la aplicación de Bolonia en la UCA y la celebración de un "referéndum vinculante" donde puedan manifestar su postura. Asimismo, exigen "transparencia" y una "difusión efectiva" de la información sobre la reforma. Y construir frente a Bolonia una "universidad crítica".

Los alumnos que participan en el encierro dedicaron la mañana de ayer a realizar pancartas que posteriormente colgaron en el hall de la Facultad. En algunos de esos carteles se leía: 'Defender una universidad pública no es un delito', 'Sin educación no hay libertad', 'La cultura es la inversión de la vida', y 'Diego, ¿sales?'.

El decano de Filosofía y Letras, Manuel Arcila, comentó que los alumnos están en todo su derecho de encerrarse, "aunque no opinamos igual que ellos", agregó. El responsable del centro aseguró que no todos los cambios que aporta el Plan de Bolonia son negativos: "La reforma universitaria promueve transformaciones positivas, como el intercambio de egresados y del personal de las universidades, así como la adaptación de los títulos a las nuevas realidades y un cambio de la metodología docente, algo que considero muy necesario. El tema de la financiación no tiene que ver estrictamente con Bolonia, pertenece a un debate paralelo, al sistema político".

Arcila no cree que con esta protesta estudiantil se consigan grandes logros, "aunque si sirve para que la comunidad universitaria esté mejor informada sobre el Plan Bolonia, se estará dando un paso adelante", concluyó.

Informar a sus compañeros sobre el Plan es uno de los objetivos que se han marcado los estudiantes encerrados. Ayer desarrollaron un programa de actividades que se inició con las proyecciones 'Good bye Lenin' y 'La pizarra', continuó con una sesión informativa sobre Bolonia, y finalizó con un taller sobre Cultura y Software Libre.

Para el jueves están organizando un foro abierto sobre la reforma en el que participarán alumnos y profesores.

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