En 1995 fue el encargado de poner en marcha en el hospital de Cádiz el servicio de Cirugía Cardiaca, del que ha estado al frente desde ese momento. Entonces la creación del nuevo área respondía a la necesidad de realizar este tipo de operaciones en el Puerta del Mar y evitar así el desplazamiento de los pacientes de la provincia gaditana a otros hospitales de Sevilla, Córdoba o Madrid.

"Llevaba 20 años en el Virgen Macarena de Sevilla y me llamaron para desarrollar el servicio en Cádiz", explica José María Jiménez Moreno apenas a unos días de su jubilación que se hará efectiva el próximo 16 de agosto. Resalta el papel que como impulsora y principal demandante del servicio en cuestión jugó la Asociación Gaditana de Anticoagulados y Portadores de Válvulas Cardiacas. Entidad que, como otros pacientes y compañeros , ha querido resaltar su trayectoria y labor con un acto homenaje que se celebró el pasado fin de semana cuando se aproxima el momento en que dejará el bisturí en la sanidad pública.

"Tranquilo, contento y con la sensación del deber cumplido". Así dice que se va Jiménez Moreno que además destaca la calidad del servicio que queda con su marcha. Un equipo compuesto por cuatro cirujanos que califica de "excelentes" y que cuentan con una amplia experiencia y formación. Se completa, añade el especialista cardiaco, "con cinco muy buenos residentes de los cuales dos están a punto de terminar". Concluye reseñando que el área cuenta además con todas las técnicas que realizan en la actualidad y con una reducida lista de espera.

En referencia a este último punto señala que ha sido uno de los principales objetivos en sus años de ejercicio: "hemos pasado de listas de espera de casi un año y de 200 o 300 pacientes a que ya casi no haya, pues ahora se opera también por las tardes y se hacen además dos intervenciones los sábados".

Con 35 años de carrera profesional, si a José María Jiménez se le pregunta por la evolución de la Cirugía Cardiaca en ese tiempo explica que el mayor cambio se ha producido en los índices de mortalidad gracias a la evolución de la técnica. "Se ha reducido espectacularmente; por ejemplo, antes la mortalidad en una sustitución de una válvula aórtica era de un 40%, hoy se reduce a un 2%".

De origen aragonés, de Zaragoza, el doctor Jiménez Moreno se anuncia sin embargo "un enamorado de Cádiz". Aunque también trabaja y vive en Sevilla, donde asegura que continuará ejerciendo en la medicina privada, declara que "aquí seguiré porque además tengo muy buenos amigos".

Una vez que ya debe dejar de trabajar en la sanidad pública a la edad obligatoriamente estipulada, cuestión que asegura que asume bien, sin embargo pretende seguir en activo "mientras tenga facultades". Añade el cirujano que "a mi no me gusta pintar o pescar, esta es mi afición y mi vida y quiero seguir haciéndolo mientras pueda".