Cádiz

Los superhéroes regresan al cole

  • El CEIP San Rafael recibe a los alumnos con el objetivo de "recuperar emociones"

Una profesora con capa y antifaz de Spiderman recibe a los alumnos del CEIP San Rafael.

Una profesora con capa y antifaz de Spiderman recibe a los alumnos del CEIP San Rafael. / Lourdes de Vicente

La pequeña Kreta, alumna de 4º de Primaria, esperaba media hora antes la apertura de puertas. Había llegado con tiempo, pues vive en extramuros y no era cuestión de llegar tarde el primer día de colegio en el CEIP San Rafael. Su madre explicaba que antes residían cerca del centro, pero que a pesar de la mudanza a Puerta Tierra “no la hemos querido cambiar porque este es muy buen colegio”. Dentro, operarios daban retoques a la pintura del patio. A lo justo. Un trabajo que forma parte de los arreglos efectuados por el Ayuntamiento. El profesorado corría de un lado a otro con los nervios propios del estreno. La conserje, Virginia, pendiente de los detalles. La directora, Isabel Lado, con 21 años en el cargo, apuntaba que “por primera vez la plantilla ha sido nombrada en tiempo y forma”. A veces, lo lógico se convierte en noticia.

Entrada escalonada. Unos cursos por una puerta, otros por el ala contraria. En el acceso por la calle Doctor Marañón cuatro conos colocados como lugares de referencia para que Javi García, profesor de Infantil, tomara la temperatura a los escolares. En una mano el termómetro. En la otra, un garfio. El profe era un pirata. Su compañera Sole, con capa de Spiderman. “Este año la clase la basamos en los superhéroes, trabajando la educación emocional. La parte no violenta de los superhérores, claro”, destacaba. “Los valores que cada niño o niña pueden aportar al grupo”, añadía Javi. En la puerta de una clase un lema claro: “Nadie es como tú y ese es tu superpoder”. La idea de este curso, como contaba Isabel Lado, es “recuperar emociones, porque el curso pasado tocó recuperar contenidos”.

Entraban los pequeños y sonaba 'Bienvenido', de la película 'Hermano Oso'. Phil Collins poniendo música al regreso. Preocupaba la relajación de este verano, donde el uso de mascarillas no ha sido tan estricto como el estío anterior. “Será difícil hacerles ver que deben tenerla puesta todo el tiempo”, confesaba Sole.

“¡Cuánto habéis crecido en verano!”, decía la directora en la puerta. Allí, Natalia, madre de dos alumnas, admitía que esta vez los niños venían “con menos miedo y más relajados que el año pasado”. En un colegio que no tuvo que lamentar contagios y donde, como en el resto, se ofrece la máxima seguridad y la dedicación de una de las profesiones más bonitas del mundo.

 

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