Cádiz

"El sitio donde beber es el bar"

  • El juez Emilio Calatayud dice que el botellón "crea borrachos de fin de semana"

Emilio Calatayud Pérez (Ciudad Real, 1955), juez de menores de Granada, inauguró ayer las jornadas sobre el lugar que ocupan los jóvenes en la sociedad, que la Asociación Gaditana "Encuentros de Familia" celebra en el Centro de Promoción Ciudadana "El Puntal".

El magistrado, conocido por sus ejemplares sentencias, que abordó el tema Jóvenes, creencias e identidad, atendió previamente a su ponencia a los representantes de los medios de comunicación, a los que resaltó que tanto los padres como los educadores están actualmente más sensibilizados sobre la educación de los niños y de los jóvenes, puntualizando en ese sentido que "ahora hace falta que lo hagan los estamentos sociales".

En cuanto a la segunda modificación de la Ley del Menor dijo que la mayor novedad será que coincidirán en el banquillo de los acusados tanto los menores como sus padres, por la responsabilidad civil de los segundos, y se discutirá a la vez la respuesta a los padres, así como a los tutores, los centros de los que dependan e incluso las comunidades autónomas en los casos de los centros de acogida y los judiciales.

Respecto a los primeros, que acogen a los jóvenes en situación de exclusión social y a los inmigrantes, señaló que pasarán a depender de la Administración y que esa medida deberá de notarse en la práctica, si bien en el caso de inmigrantes, con especial incidencia en Andalucía y Canarias, el problema supera la frontera española y exige una respuesta de los países de origen . "No es un problema económico, sino que requiere tratarlo en su raíz", indicó.

En cuanto a los centros de acogida de menores por asuntos judiciales, de los que existen 17 en Andalucía, que reúnen a un millar de jóvenes, precisó que se están obteniendo buenos resultados, especialmente en los concertados con fundaciones. "No es verdad que los jóvenes salgan peor, se están obteniendo un 70 % de éxitos", destacó.

El magistrado también se pronunció sobre la medida de la Dirección General de Tráfico de elevar a 15 años la edad mínima para poder conducir un ciclomotor.

Sobre la misma dijo que sin embargo "no se exige que el ciclomotor cumpla la ley de seguridad vial, al contemplarse como tal un vehículo a motor que no puede superar los 45 kilómetros por hora". A ese respecto añadió que "o se actúa sobre las marcas que los fabrican o se cambia dicha ley, no sólo basta con hacerlo sobre los conductores, lo que además va a colapsar aún más los juzgados".

Emilio Calatayud, que entre sus sentencias figura la condena a 100 horas de servicio a la comunidad patrullando junto a una policía local por haber conducido de manera temeraria y sin permiso, aludió también a el fenómeno del "botellón", sobre el que indicó que "está sirviendo para crear desde niños borrachos de fin de semana".

El magistrado recordó en ese sentido que " toda la vida se ha bebido en los bares, donde hasta la calidad de las bebidas es mejor que la que predomina en los botellones".

Finalmente el juez de menores resaltó que en esa línea de aumento de la sensibilidad de padres y educadores hacia la educación de los niños "está recuperar el saber decir que no, incluyendo también a la autoridad".

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