Cádiz

Una casa segura para Antonia y sus hijos después de meses de angustia

  • Una mujer en riesgo de exclusión es desalojada de su vivienda, en mal estado El Ayuntamiento le ha buscado un piso y le ayuda a pagar el alquiler

Después de meses de angustia, Antonia Agudo pudo dormir anoche en una vivienda segura. Esta mujer, que se encuentra en riesgo de exclusión social, habitaba con sus dos hijos en un piso de la calle Soledad que se encontraba en estado ruinoso y ayer recibió una notificación del Área de Urbanismo del Ayuntamiento ordenando el desalojo, precinto y ejecución de obras de seguridad en la finca en la que vivía de alquiler con la ayuda de una subvención municipal.

Antonia contaba a este periódico su desesperación porque no tenía donde ir. De hecho, la noche anterior la había pasado en la puerta del Ayuntamiento acompañada por otras mujeres en su misma situación. Pero finalmente, mientras la Policía estaba precintando su casa, recibió una llamada de la concejala de Asuntos Sociales, Ana Fernández, comunicándole que se había encontrado un piso en el que podría vivir con sus hijos en régimen de alquiler con la misma ayuda con la que cuenta actualmente.

Cabe destacar que esta mujer denunció el año pasado el estado en el que se encontraba su vivienda y en enero de este año, recibió una notificación del Ayuntamiento con un informe técnico encargado por la propiedad de la finca en el que se recomendaba el desalojo del piso para realizar obras y por la seguridad de los inquilinos.

"Fui a Asuntos Sociales para que me buscaran una casa de alquiler, porque yo no encontraba ninguna. Cuando decía que tenía una subvención del Ayuntamiento, nadie quería alquilarme porque no se fiaban de que el Ayuntamiento pagara a tiempo. De hecho, aunque ahora mismo estoy al día, llevaba dos meses de retraso en el pago de la ayuda", relataba Antonia, quien señalaba que el pasado jueves acudió a su casa un técnico de Urbanismo diciendo que había que precintar la casa de manera urgente por el estado en el que se encontraba.

Y es que la vivienda tiene los suelos de la cocina y el baño hundidos y las solerías rotas, las viguerías de madera que forman los forjados de los suelos desde la planta inferior presentan un alto grado de pudrición y una merma importante en su capacidad portante. Asimismo, en los forjados de los dormitorios hay zonas desprendidas del entrebovedado, con el consiguiente peligro para los ocupantes, según recoge la orden de desalojo, precinto y ejecución de obras de seguridad en la finca.

La casa fue precintada ayer y Antonia tiene hasta el domingo para recoger sus pertenencias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios