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Cádiz

La obra del segundo puente sufrirá un parón desde el martes

  • Dragados ha mandado un preaviso de fin de contrato a sus trabajadores al adeudarle Fomento varias mensualidades

Parón inminente en las obras del segundo puente. Dragados empezó ayer a mandar los preavisos de fin de contrato a sus trabajadores. El lunes no se trabaja en la obra porque se aplica la festividad de Puerto Real y el martes estarán paralizados la mayoría de los trabajos.

El Ministerio de Fomento, que es el promotor y el que financia la obra, debe al menos dos meses de ejecución a Dragados, cifra que se sitúa entre los 12 y los 20 millones de euros. La adjudicataria ha dicho basta y va a parar la obra en tanto y en cuanto que Fomento no empiece a cumplir con los pagos.

En la tarde del jueves se produjo una reunión entre los jefes de los distintos de partamentos de la obra y se tomó la decisión de parar. Ahora se ha ido comunicando a cada uno de los tajos que hay abiertos en el puente y los trabajos se irán paralizando.

En Dragados hay silencio absoluto. Este periódico ha intentado hablar con esta empresa en Cádiz, Sevilla y Madrid, pero en ninguno de ellos se quisieron pronunciar sobre el inminente paro que se va a producir en el segundo puente.

Esta es la obra de mayor calado que nunca se ha hecho en Cádiz. El presupuesto supera los 300 millones de euros y estaba previsto que las obras estuvieran terminadas para finales del próximo año. Sin embargo, ahora mismo todo es una incógnita, sobre todo la fecha de finalización. A este paralización, que finalmente puede ser temporal si se soluciona el asunto de los pagos con Fomento, se le une los recortes que puede haber desde el Gobierno central por motivo de la crisis económica.

Esta circunstancia se produce en un momento muy inoportuno, ya que la obra se encuentra muy avanzada. Por ejemplo, la pila 13, que es la que se encuentra situada en el cantil de La Cabezuela y una de las dos grandes torres de la infraestructura, ya se encuentra prácticamente terminada. Asimismo, ya estaba todo preparado para que en breve se iniciara el empuje de los tramos de carretera desde el itsmo de Cádiz. Para ello hay montada una enorme grúa pórtico que sería la que serviría para transportar cada uno de los tramos hacia las pilas.

La noticia ha causó ayer una profunda preocupación en la ciudad y también entre las filas socialistas, ya que siempre se ha vendido esta obra como un emblema de la apuesta socialista por Cádiz.

Las distintas fuentes del PSOE consultadas ayer por este diario optaron por no entrar en la polémica con la empresa constructora. En este sentido, Salvador de la Encina, diputado y a la vez presidente de la Comisión de Infraestructuras del Congreso, manifestó ayer que "dentro del ritmo habitual de pago de las administraciones (a las empresas que ejecutan las obras públicas), a Dragados se ha ido pagando bien. La empresa es muy libre de adoptar vías de presión (para obtener el dinero que se le adeuda)", pero considera que si se confirma que esta acción está motivada por el débito del Ministerio "sería cuanto menos un tema muy grave".

Otros como el consejero de Justicia y Gobernación, Luis Pizarro, tenía una visión mucho más optimista de la situación. Pizarro afirmaba haber hablado con el ministro de Fomento, José Blanco, y le trasladó que las obras tenían que continuar y que en la reordenación que tiene que hacer el Gobierno central "se establezcan los recursos suficientes para que los trabajos no se paren".

Según Pizarro, la reordenación no debería afectar al segundo puente "porque tiene un nivel de ejecución muy avanzado".

Pizarro también quiso trasladar en la rueda de prensa que ofreció en El Puerto la propia tranquilidad que le había expresado el propio ministro de Fomento: "Coincidía en que obras de ese nivel deben continuar con su ejecución y no deben pararse".

Por otra parte, este periódico consultó ayer a expertos en ingeniería respecto a cómo puede afectar un parón o una ralentización en los plazos de ejecución en el estado de una infraestructura de este tipo que, como pasa con el segundo puente, ya ha superado la mitad del proyecto. En el primero de los casos se destaca, por lógica, la importante incidencia que tendría en el conjunto de la estructura; mientras si se produce una ralentización "la incidencia no sería tanto, dependiendo siempre del tiempo, aunque una obra de este calado aunque esté medio parada necesitará un cierto mantenimiento", lo que supone un coste extra.

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