La semana

Como el sacristán de Torre Alháquime

  • El PSOE provincial no es que brille como una manzana, pero Cabaña ha conseguido un éxito inédito: no caer en ninguna disputa interna l La lista es de equilibrios, y apunta movimientos para después del 9-M: Bibiana Aído, por ejemplo, es a día de hoy virtual candidata a la Alcaldía de Cádiz

El problema del PP es que Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre no se pelean por el segundo puesto, sino por el primero: que van de cobradores del Ocaso de Mariano Rajoy y lo peor es que se les nota mucho -eso es casi lo peor-, de ahí que Alfredo Pérez Rubalcaba, que ayer fue proclamado líder de la lista del PSOE al Congreso, haya aconsejado maliciosamente a los dos que voten a ZP: así, uno de los dos será el próximo candidato popular. Esta semana, Esperanza Aguirre envió a su número dos en la Comunidad de Madrid, Ignacio González, a que leyera con mirada aviesa los estatutos del PP: Gallardón no puede ser diputado porque es alcalde. Pero, hombre, ¿y Teófila Martínez? ¿No va a ser la número uno? ¿Y Rita Barberá? ¿Y Folgado? ¿Y la alcaldesa de Marbella? Hay que ser rematadamente irresponsable (o cenutrio) para abrir una crisis -una minicrisis, muy mediática y muy madrileña, pero crisis al fin y al cabo- a tres meses de las elecciones generales.

Esta disputa, no obstante, es purita discusión al lado de lo de IU. Si no fuera porque han pasado varias centurias desde 1937, cabría concluir que el PCE está emulando las luchas sufridas en el PCUS tras la muerte de Lenin, cuando Stalin se quedó por fin solo: sin Troski primero, sin Bujarin después, sin Zinoviev y sin Kámenev más tarde y... sin nadie que no se llamara Josef Stalin por último. Son más pacíficos y humanos, pero desde lo más profundo del PCE asoma ese convencimiento bolchevique de que las minorías, aunque ínfimas, triunfarán sobre la Tierra; eso sí de derrota en derrota hasta la victoria final, sólo que a la cebolla de IU ya sólo le restan una o dos capas más.

Por el trebujenero Juan Vicente Acuña, que es el secretario de Organización de IU en Andalucía, hemos sabido que los de Gaspar Llamazares mandan tanto en esta organización andaluza como el -¡atención!- "sacristán de Torre Alháquime". Es decir, que el citado sacristán tendría las mismas posibilidades de comprobar los censos de los militantes de IU en Andalucía que la comisión enviada por el federal de esta coalición, de cuya presidencia han sido expulsados Felipe Alcaraz, Willy Meyer y Manuel Monereo.

Así, que con esta crisis de calado que amenaza con segregar al PCE de IU (entonces ya sólo les quedará el PSOE), cómo cree alguien que la federación va a expulsar a sus tres concejales de Chiclana. Eso es lo que ocurrió en la reunión que celebró el lunes la comisión contra el transfuguismo presidido por la ministra Elena Salgado: IU dijo la verdad, los concejales de Juan Pedro Butrón tienen sus expedientes abiertos, pero no están expulsados. Por tanto, y de momento, no son tránsfugas. Pero aunque el PSOE no haya conseguido el objetivo de presionar a IU -están como para presiones externa-, notables socialistas chiclaneros opinan que es casi mejor que estos ediles sigan en la coalición porque así aún sería posible un cambio de gobierno municipal. Ya veremos si son capaces de sacrificar al tercamente honesto José María Román.

Y es que quienes realmente han aprendido de los costes inherentes de las disensiones son los socialistas gaditanos, inmunizados contra ellas, eso sí, después de dos décadas de rabiosas disputas. No es que el PSOE de Cádiz brille como la fruta bíblica, pero a González Cabaña hay que reconocerle que esa lección la ha aprendido bien. Y es su éxito. De la lista que ayer aprobaron los socialistas cabe deducir algunos interesantes movimientos de cara a los próximos años. Primero: Cabaña mantiene bien los equilibrios internos. Segundo: Bibiana Aído es, a día de hoy, la virtual candidata a la Alcaldía de Cádiz. Segundo: el jerezano Antonio Fernández está llamado a entrar en la vida orgánica del PSOE de Cádiz; ya se verá en qué puesto. Y tercero: Rubalcaba es un magnífico nexo con el Gobierno y con la ejecutiva federal, pero también demuestra que los jerifaltes socialistas gaditanos le temen tanto a Madrid como a las viejas peleas cainitas. Nadie se quiere ir, y eso sí es un gran problema. Como si no se fiaran del futuro.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios