Un sacerdote muerto en Barajas estuvo destinadoen Cádiz
Claudio Ojeda trabajó en la parroquia de San Vicente de Paúl entre 1982 y 1985
El misionero canario Claudio Ojeda Pérez, de la Congregación de los Padres Paules, uno de los fallecidos en la tragedia de Barajas, estuvo destinado entre 1982 y 1985 en la parroquia de San Vicente de Paúl de la capital, donde el actual párroco, José Domínguez , lo recordaba ayer como "un amigo de los pobres".
Precisamente también en la tarde de ayer fueron identificados sus restos.
Había nacido en las Palmas el 9 de junio de 1946 y ordenado sacerdote el 1 de enero de 1978 en Las Palmas, ejerciendo luego su ministerio en Santa Marta de Tormes (Salamanca), el colegio Los Milagros de Orense, Cádiz, Ayamonte, Jerez (entre 1991 y 1992) y Sevilla, donde fue superior desde 1992 a 1998, año que decidió marcharse como misionero a Camerún.
Ahora regresaba a su tierra para pasar unas vacaciones con su familia, a la que no veían desde hacía casi tres años y se detuvo antes en Madrid para someterse a un chequeo ya que en había contraído la malaria.
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