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La respuesta está en el viento

  • Un periodista vigués de 47 años que ha hecho del ecologismo su profesión se ha convertido en el hombre fuerte del Ayuntamiento Barcia es la sombra del alcalde.

A José Vicente Barcia, un vigués de 47 años, experto en comunicación ambiental, profesional del ecologismo, a ratos escritor y guionista de cómics, los Reyes le trajeron por adelantado un Kichi. Eso es lo que, al menos, decía en uno de sus tuits, a los que es muy aficionado, cuando colgaba una viñeta naif en la que se veía una pareja ante un árbol de Navidad: ella pedía una Carmena y él un Kichi. Si sumamos a Ada Colau, tenemos el trío de los que se autodenominan alcaldes del cambio. Cuando llegaron a la alcaldía, cada uno escogió un jefe de gabinete. Colau se decantó por una murciana que desde 2004 estaba en movimientos sociales en Barcelona, Carmena por un alto funcionario madrileño que ya colaboraba con ella desde los tiempos de Jueces para la Democracia. José María González, por su parte, fichó (o le hicieron fichar desde Madrid, dicen algunos) a una persona sin ninguna relación con Cádiz ni con la gestión, aunque había ayudado a redactar los dos folios del programa dedicados a la energía de Por Cádiz sí se Puede.

González también fichó a la compañera de Barcia en la plataforma Nuevo Modelo Energético, Alba del Campo, documentalista madrileña de 35 años, para tenerla como asesora en Diputación. En una asamblea el alcalde sacó adelante la contratación por 39 votos a favor, uno en contra y nueve escépticos. Argumentó que necesitaba "gente de confianza y gran capacitación". Extraño modo de selección de personal. En el curriculum de Alba del Campo destaca la dirección de un documental denuncia sobre la sangría que las grandes compañías energéticas llevan con las más necesitados, Oligopoly2, pero nada sobre administración pública. ¿Dinero público bien empleado? La pregunta podría extenderse a todos los partidos, pero es Podemos quien más pone el foco en estos asuntos y quien en su programa electoral a las andaluzas afirmaba de manera muy sensata que "la Administración es una correa de transmisión del aparato del partido en el gobierno (...) existe una inflación de puestos de trabajo designados directamente por los cargos políticos, que no se someten (...) a un concurso meritorio".

Con los fichajes externos de Barcia y Del Campo, que no son militantes de Podemos, sino de Equo, el alcalde se asegura estar versado en todo lo relacionado con las energías limpias y contar con asesoramiento en el proyecto estrella del programa electoral: "Un parque tecnológico en la Zona Franca que albergaría la investigación y desarrollo de proyectos de energías renovables, así como la construcción de una Planta Energética Municipal. En ambos casos se generaría mucho empleo de calidad (...) En esos proyectos podrían invertir ciudadanos de todo el país con limitación de participaciones, empresas tecnológicas contractualmente reguladas y cooperativas de producción y abastecimiento de electricidad verde y sin ataduras del oligopolio". Suena bien, aunque a día de hoy no se sabe cómo va el proyecto, ni siquiera si se han iniciado conversaciones de algún tipo, pero era la justificación de traerse a Barcia, que ha sido director de comunicación de Ecologistas en Acción y que luego entró a formar parte de la empresa Ecoo. Ecoo es una sociedad creada por el profesor de Economía Mario Sánchez Herrero y que factura por asesoramiento en eficiencia energética a administraciones públicas. Además, comercializa pequeñas plantas fotovoltaicas como la que existe en Lebrija, Sol Lebrija, S.L. Barcia ejercía de portavoz de la firma y en sus oficinas en el barrio de Lavapiés de Madrid, donde nació Podemos, leyó un manifiesto firmado por personalidades de la cultura en el que se comprometían a cambiar Madrid. Ahora su objetivo se ha desplazado al sur.

Pero el trabajo de Barcia en estos meses como sombra del alcalde, y lo que los maledicientes invierten para llamarle alcalde en la sombra, está siendo más político que ecológico, aunque en 2012 dijera en una entrevista que "la política es algo demasiado importante como para dejarla sólo en manos de los partidos políticos".

Desde la oposición se afirma que hace tiempo que ya llaman directamente a Barcia porque cuando llamaban al alcalde éste siempre les remitía a él fuera cual fuera el tema. Por tanto, la oposición asume el papel de Barcia como comisario político del alcalde y saben que es con él con quien hay que tratar porque González tiene la misma confianza en Barcia que Teófila tenía en Jorge Moreno, aunque cobra considerablemente menos. Incluso le ha llegado a otorgar un insólito papel institucional, como cuando en septiembre le envió a un acto de la Universidad en representación del Ayuntamiento, ante la estupefacción de la comunidad universitaria.

Sobre su ideario político sabemos por algunas entrevistas: "Nuestro concepto de democracia debe profundizar en la capacidad de la ciudadanía para autogobernarse, sobre todo en cuestiones de energía (...) La respuesta está en el viento y está en el sol". Palabras bonitas, qué duda cabe, que ya las dijo Dylan, aunque las preguntas eran otras. El programa piloto de Cádiz que pilota Barcia a la sombra del alcalde es una bandera de Podemos Madrid. ¿A dónde nos llevará este vigués que ha hecho del ecologismo su profesión? ¿Cómo nos autogobernaremos los vecinos de Cádiz? Pues eso, de momento, la respuesta está en el viento. Política, poesía...

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