La inversión privada va a hacer posible la recuperación de una destacada finca del casco histórico. El anuncio hace unos meses de una promoción de viviendas en el número 21 de la calle San Francisco, que hace esquina con la plaza de San Agustín, se materializará en los próximos días con el inicio de las obras. La sociedad inmobiliaria que afronta este proyecto, Llave del Sur, tiene previsto que la próxima semana o la siguiente (en cualquier caso a lo largo de este mes de septiembre) comiencen las obras de rehabilitación de esta histórica finca, que destaca por su espacio (alrededor de 700 metros cuadrados) y por su localización (en pleno centro histórico, en una de las arterias principales y haciendo esquina con la plaza de San Agustín).

En estos últimos meses se han estado concretando los proyectos y las pertinentes licencias para llevar adelante el proyecto. Una vez obtenidas éstas, la firma de la operación económica con una entidad bancaria es el último paso antes de comenzar los primeros trabajos en el edificio (el derribo de aquellas zonas y elementos no originales) y de instalar los andamios.

La promotora de Enrique Arroyo será la que se haga directamente cargo de la obra, que se estima dará empleo a un centenar de personas entre las diferentes fases de la obra y los trabajos que se hacen necesarios. En este sentido, el propio Arroyo ya ha señalado que como ha ocurrido con anteriores intervenciones suyas en fincas históricas (como en Cervantes o en la misma calle San Francisco) se respetarán los materiales originales de la edificiación, tratándose por tanto de una rehabilitación integral del inmueble.

El resultado será la habilitación de 16 viviendas de grandes dimensiones (a razón de tres viviendas por cada piso, además de un ático), con al menos tres dormitorios y con las máximas calidades, según anuncian desde la promotora, donde ven una ventaja diferenciadora en esta promoción con respecto a la profusión de pisos pequeños y estudios que se ofertan en la actualidad en el mercado inmobiliario. La planta baja, por su parte, se mantendrá exenta de actuaciones para que pueda adaptarse en un futuro a las necesidades del negocio que quiera instalarse allí.

El plazo previsto para las obras es de al menos un año y medio. Es decir, que hasta marzo o abril de 2017 no estaría el edificio rehabilitado, recuperando así de manos de inversores privados una de las fincas actualmente vacías en el casco histórico. Justo anexa a esta se encuentra otra finca, esta propiedad de la Junta de Andalucía, pendiende de definir actuaciones y usos futuros para ese inmueble desocupado hace unos años con la marcha de un histórico comercio de fotografía que ocupaba la planta baja.