La Asociación de Rectores y Rectoras de las Universidades Públicas Andaluzas (AUPA), reunida en la mañana de este martes en la Universidad de Cádiz, lo tiene muy claro: las nuevas universidades privadas aprobadas por el Parlamento andaluz, la CEU Fernando III y la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterránea (Utamed), y las dos que se proyectan, la Alfonso X el Sabio -UAX Mare Nostrum- y la Universidad Europea de Andalucía, “no cumplen los requisitos mínimos de calidad, especialmente en lo que distingue a una universidad de una que no lo es: la investigación”. Así habló Francisco Oliva, rector de la Universidad Pablo de Olavide, en nombre de las diez universidades públicas andaluzas tras destacar que “exigimos que se cumplan estrictamente todos los requisitos de calidad que se exigen a todas las universidades”.

Oliva recordó el Real Decreto 640/2021, de 27 de julio, que regula el reconocimiento de universidades "y por el que hemos llegado a esta conclusión después de estudiar con detalle y realizar informes sobre estas cuatro universidades privadas. Tan convencidos estamos que lo hemos puesto por escrito en unos informes muy contundentes”.

En nombre de la AUPA, Oliva expuso la necesidad de competir en condiciones de igualdad, “y esto no se da hoy en el sistema andaluz”. “Por ejemplo, estamos reunidos en Cádiz para analizar el sistema de un posible mapa de titulaciones porque debemos cumplir una serie de requisitos, estrictos y rigurosos para poder ofertar un título. Y esto no se da en el ámbito de las privadas. Exigimos una igualdad en las condiciones”.

“Además -añadió- si queremos hacer una estrategia sobre cómo deben ser las universidades públicas también debe aplicarse a las privadas. Si cumplen esos requisitos no tenemos ningún problema porque, siempre lo hemos dicho, las universidades privadas siempre han sido legales”.

Otro de los temas tratados en este encuentro de rectores andaluces se basó en el análisis de la puesta en marcha de un nuevo decreto para la ordenación de las enseñanzas universitarias. Oliva señaló que desde que en 2010 el mapa de titulaciones a nivel andaluz se fijó en los llamados Acuerdos de Jaén no se ha modificado. “El mundo y las necesidades de Andalucía han cambiado mucho, pero el sistema universitario no ha sido capaz de adaptarse a estos cambios por una imposibilidad legal. Estamos en el momento de la revolución 4.0., la revolución verde o la igualdad… muchos ámbitos nuevos que exigen una atención por nuestras universidades”, declaró Oliva.

Para la AUPA “este decreto permite implantar nuevas titulaciones en Andalucía y pretendemos realizar una oferta lógica, coherente y responsable. Somos un único sistema público de universidades andaluzas y lo que queremos es responder de la mejor manera posible a las necesidades formativas de la ciudadanía”. Aclarando que “no pretendemos ir compitiendo entre universidades para ver qué título pone cada una, sino coordinarnos y hacer una oferta coherente. Se trata de tener una responsabilidad institucional y una altura de miras frente al momento que vivimos ahora”.

Las universidades andaluzas pretenden trabajar en tres ámbitos. En primer lugar “ser capaces de ofertar grados y títulos conjuntos, porque en másteres tenemos una experiencia positiva”. Además, propiciar la internacionalización de las universidades, ya que “el sistema universitario tiene enormes posibilidades de futuro en la captación de estudiantes extranjeros”.

Y en tercer lugar, aunque no sea estrictamente en el ámbito del decreto, “estamos trabajando en la formación a lo largo de toda la vida, algo básico para el futuro del sistema universitario en un contexto de un claro descenso demográfico. Queremos que todas las personas a lo largo de la vida sigan formándose en la universidad, mediante microcréditos o microcredenciales”. Esta sería una oferta compartida “aprovechando unas ayudas que estamos esperando desde el Ministerio de Universidades.

Una financiación a la altura de los retos

Sobre el nuevo modelo de financiación de universidades de Andalucía, aprobado por la Junta de Andalucía con el beneplácito de los rectores, aunque, como matizó Oliva, “supeditado a una serie de condiciones que la consejería aceptó", la AUPA considera que "la mayoría de esas condiciones se han cumplido y estamos razonablemente satisfechos con el resultado final”. Como reflexión añadió que "un modelo de financiación es un marco teórico de reparto, de futuro, crecimiento e inversiones de las universidades. Si nosotros tenemos una financiación solo para pagar salarios o servicios... en definitiva, para abrir y cerrar las universidades, pues poco podremos hacer en investigación, internacionalización, mejoras de plantillas…”.

Para la AUPA “tiene que crecer la envolvente financiera del sistema para poder responder a todos los retos. Sabemos que el consejero esta haciendo todo lo posible por conseguirlo y esperemos que lo consiga”. Eso sí, “la hora de la verdad llegará cuando sepamos cual va a ser esa envolvente para poder financiar también proyectos que sigan haciendo competitivas a las universidades andaluzas.