Radiografía de urgencia, y drones, para salvar la muralla de Cádiz

El Ayuntamiento encarga a la UCA un estudio pormenorizado sobre el estado de todo el frente de la Puerta de Tierra, antes de iniciar su restauración

Las imágenes más curiosas de la Puerta de Tierra de Cádiz

Desde hace un cuarto de siglo no se realiza un proyecto de restauración en profundidad en la muralla.
Desde hace un cuarto de siglo no se realiza un proyecto de restauración en profundidad en la muralla. / Julio González

La restauración de todo el frente de la muralla de Cádiz forma parte del trío de grandes obras urbanas a los que el Ayuntamiento ya ha asignado fondos para su ejecución. Completan este grupo la construcción de la nueva avenida de Astilleros y la transformación del viejo cementerio en un gran parque público.

Si los dos últimos casos se mueven actualmente en el lento proceso administrativo para su definitiva ejecución, la operación a realizar en la muralla se presenta más lejana.

No es de extrañar. Este espacio sobre el que se va a actuar tiene las más altas calificaciones de protección urbanística en la ciudad, debido a su alto valor histórico y artístico. Es decir, que para su desarrollo es necesario contar antes con un proyecto claro sobre lo que se va a hacer y que todo tenga el correspondiente visto bueno de la correspondiente comisión de patrimonio.

Pero en el caso del frente amurallado, el proceso que ahora se emprende resulta aún más complicado. El deterioro de esta joya histórica de la ciudad es tal, en algunos de sus tramos, que el Ayuntamiento ha optado por encargar una exhaustiva radiografía de cómo está el monumento. Y con los resultados que se obtengan, fijar el plan de actuación.

Una ‘radiografía’ de este calibre no la realiza cualquiera. Su denominación lo deja claro: “digitalización fotogramétrica y edición de ortofotografías de paramentos del frente de tierra y baluartes de Santiago, Santa Elena y San Roque”.

El propio Ayuntamiento advierte que “para garantizar el rigor histórico-arqueológico, empleando alta tecnología, es imprescindible contar con servicios de un equipo altamente cualificado en arqueología y estudios históricos especializados en la historia de Cádiz”. Es por ello por lo que en esta ocasión el proyecto se aprueba mediante una adjudicación directa con la Universidad de Cádiz. Cuando ésta comience los trabajos contará con un plazo de 105 días para su ejecución.

Protección en la balaustrada de uno de los fosos para evitar su caída.
Protección en la balaustrada de uno de los fosos para evitar su caída. / Julio González

Un cuarto de siglo sin apenas mantenimiento

La urgencia de este plan es evidente. Más allá de algunas actuaciones puntuales (como la que se inició hace unos meses en los arcos de entrada y salida al casco antiguo), lo cierto es que la última operación de calado en el frente de Puerta de Tierra se realizó hace más de 25 años, a finales del siglo pasado. Pero la falta de un mantenimiento constante ha ido provocando la degradación de buena parte del monumento.

El desgaste de la piedra es evidente, lo que ha provocado la caída de numerosos sillares, especialmente en el entorno del baluarte de San Roque.

En esta parte de la muralla ya actuó la Demarcación de Costas hace unos años pero hasta el nivel de la vía pública. El edificio en altura ya corresponde al Ayuntamiento. En este sentido se ha trasladado a la Comisión Provincial de Patrimonio una actuación de urgencia en el lateral del baluarte que da a intramuros, donde está el acceso al antiguo café del Pelícano. Esta zona se ha vallado y se puede ver claramente la pérdida de sillares de sus muros, algo que se ha repetido también en el lateral de las bóvedas de San Roque.

Otra zona en mal estado es el foso más cercano a Bahía Blanca. Hay un tramo de su balaustrada que se tuvo que reforzar con una estructura de hierro para evitar su caída, que todavía permanece.

En esta zona de la muralla se han producido filtraciones de agua que han afectado a dependencias de las bóvedas de Santa Elena, donde se ubica el Museo de Títeres.

La recuperación del uso ciudadano del Torreón y del paseo superior incluyó hace unos meses una actuación puntual del Ayuntamiento, pero en todo su exterior es evidente que hay que realizar más labores de restauración.

La operación prevista por el Ayuntamiento incluye el baluarte de Santiago, a pie de la Cuesta de las Calesas y donde funciona un aparcamiento de coches en superficie. Dentro del Plan Plaza de Sevilla, esta zona se convertirá en su día en una gran terraza pública. En todo caso, los lienzos de este baluarte, que dan a la zona de la estación del tren, también se encuentran muy deteriorados, incluyendo el enorme lienzo lateral del baluarte de Santa Elena, que da cabida a dependencias municipales y privadas. En su planta baja se ubicaban los inmensos Talleres Velasco, que llevan cerrados desde hace años, con todo lo que ello supone para su mantenimiento.

Lo que se hará después en todo el frente de la muralla

Los resultados del estudio que ahora va a emprender la Universidad de Cádiz fijarán el plan de obra que en su momento se ejecute en todo el conjunto. Ya el informe municipal deja claro que “resulta imprescindible crear un soporte digital como herramienta de trabajo que permita analizar individualmente cada patología. La forma más eficaz es realizar un rastreo digital fotogramétrico de todos los paramentos, con la suficiente calidad que permita la creación de un mapa patológico”.

Esta imagen de alta resolución permitirá identificar “grietas, desprendimientos, pérdida de enlucidos y biodeterioro. Cuantificar volúmenes y desplazamientos, realizar análisis paramentales que permita ver la evolución histórica del inmueble y crear un registro permanente para seguimiento y control de obra”.

Este último apartado será esencial para el futuro. Cuando se realiza una obra, y más en un equipamiento histórico, es esencial mantener un seguimiento de su estado de forma constante. Es una forma de ahorrar costes a medio y largo plazo y evitar daños que pueden llegar a ser irreversibles.

La actuación afectará al frente de tierra: incluyendo el lienzo de muralla, la Puerta de Tierra con sus dos arcos y el torreón central. Se documentará tanto el paramento exterior (hacia los fosos y la Avenida) como el interior (hacia el casco antiguo).

Piedras caídas en el lateral de las bóvedas de San Roque.
Piedras caídas en el lateral de las bóvedas de San Roque. / J. A. H.

En el baluarte de Santiago se estudiarán los paramentos exteriores y los lienzos de unión con San Roque, así como los paramentos exteriores en los baluartes de Santa Elena y San Roque.

El uso de drones para conseguir las mejores imágenes obligará en su momento al control puntual del tráfico o la comunicación a Adif cuando se trabaje en el entorno del complejo ferroviario.

El Ayuntamiento facilitará, siempre que sea técnicamente posible, la retirada provisional de enseres que dificulten el trabajo de los especialistas de la UCA: maceteros, paneles publicitarios, vehículos, vegetación, etcétera.

Con todo el documento ya concluido, el Ayuntamiento fijará el plan de restauración de todo este conjunto monumental.

A la vez, el área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento debería de elaborar un ambicioso plan de uso de todas las dependencias que se pueden abrir al público y que hoy o bien están cerradas o están ocupadas por dependencias públicas y privadas. Solo de esta forma el frente de la Puerta de Tierra podrá jugar un papel de relevancia en el desarrollo cultural y turístico de la ciudad, tanto en beneficio de sus propios vecinos como de los visitantes.

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