El puerto de la Bahía de Cádiz ha recibido en el primer semestre de este año un 32,43% más de cruceristas que en el mismo periodo de 2010.

La Autoridad Portuaria ha contabilizado entre enero y junio un total de 153.879 pasajeros de cruceros, que han arribado en 119 escalas de estos buques, lo que supone un incremento también del 2,5% con respecto al número de barcos del año anterior.

Para el presente mes de julio hay previstas 16 escalas; 28, en agosto; 35, en septiembre; 36, en octubre; 30, en noviembre y 16, en diciembre, con lo que, de cumplirse las previsiones, se sumarán 279 en 2011.

Como puede comprobarse, aunque el mayor número de escalas se concentran en los meses de primavera y otoño, existe una tendencia a reducir esta estacionalidad y cada vez son más los cruceros que arriban al Puerto de Cádiz en enero-febrero y en noviembre-diciembre.

De mantenerse en el segundo semestre el nivel de ocupación media de los cruceros, se espera cerrar el ejercicio con aproximadamente 370.000 pasajeros de crucero y alrededor de 123.000 tripulantes, frente a los 334.000 cruceristas de 2010.

Esto supondría, asimismo, un impacto económico aproximado de 24,7 millones de euros, ya que se calcula que cada crucerista gasta 60 euros por día y los tripulantes, 20 euros.

Entre los cruceros que se esperan a lo largo del mes de julio, destacan las semanales llegadas del Grand Voyager, que cada lunes vuelve a la ciudad a embarcar más pasajeros que opten por iniciar en Cádiz su ruta Atlántica que tan buena aceptación está teniendo. Además, la siempre espectacular visita del Independence of the Seas, con sus 339 metros de eslora, que llegará el muelle gaditano el martes, 19 de julio. Días antes, el 17, no menos atractiva será la estancia del Celebrity Eclipse, de 317 metros de eslora.

Agosto sí será un mes algo más activo en cuanto a visitas de cruceros, tanto que Cádiz vivirá la escala de un total de 28 barcos de turistas, entre los que destacarán el Queen Victoria, que llegará en dos ocasiones a lo largo del citado mes, así como el Niew Amsterdam, siempre cargado de lujo.