Los propietarios del polígono exterior se unen para defender sus intereses

Los dueños de las naves aseguran que no han podido negarse a vender porque no han recibido ofertas y acusan a la Zona Franca de ser la primera que les hace la competencia

Imagen del polígono exterior de la Zona Franca de Cádiz. / Julio González
Melchor Mateo

Cádiz, 23 de abril 2017 - 02:03

"Nosotros nos negamos a aparecer como especuladores". Una representación de los propietarios de las naves que se encuentran en el polígono exterior de la Zona Franca ha decidido defender sus intereses de manera unida y no de manera individual como venía ocurriendo hasta ahora frente al Consorcio. Para ello, tal y como han explicado a este periódico algunos de estos dueños, están estudiando la figura jurídica para dar este paso, que puede ir desde una comunidad de propietarios a una simple asociación.

El caso es que entre estos propietarios no ha sentado muy bien que desde la Zona Franca se haya deslizado la posibilidad de expropiar algunas naves porque entienden que se están pidiendo precios por encima del mercado y que imposibilita que el Consocio se pueda hacer con la totalidad de algunas unidades de ejecución: "La Zona Franca llegó a un acuerdo con Novacons para comprarle la nave y cuando llegó la hora de hacer la operación, no tenían dinero para hacerla".

Los propietarios, entre los que se encontraban Rafael Gargallo y su hijo Juan Manuel (Recauto Exprés); Eduardo de Ory (Tasa y Cádiz siglo XXI); Juan Manuel González (Surimex); José Morillo Fernández (Talleres Morillo Baena) y Manuel Romero, que acudía en representación de los propietarios de la empresa Inverport, dejan muy claro que no han podido negarse a vender porque no han recibido oferta alguna de compra. El único fue Gargallo que recibió hace tiempo una propuesta de permuta que no le interesó.

"Nosotros no somos los malos de esta película". En este sentido llegan incluso a acusar a la Zona Franca de ser su principal competencia a la hora de generar actividad económica. Uno de estos propietarios cuenta que en una de estas naves se presentó hace unos años un proyecto para instalar en el polígono exterior unas pistas de padel que no fueron autorizadas por el Consorcio, según su versión: "Sin embargo, poco después copiaron la idea y pusieron unas pistas dentro del recinto fiscal".

Gargallo también recuerda que tenía alquilada una de las naves a una empresa de construcción y cuando llegó la hora de renovarla, se fue al recinto interior porque la propia Zona Franca le ofreció más suelo por menos precio que el que podía ofrecer este empresario: "Actúan principalmente como una inmobiliaria: esto lo que está provocando es que gente que se podía haber instalado en Cádiz se hayan marchado a otros lugares".

Asimismo, denuncian algunas trabas que afirman que se encuentran, "como por ejemplo que no podemos poner fibra óptica. Esto es impensable en pleno siglo XXI".

Los propietarios aseguran que ellos en principio no quieren vender las naves porque lo que quieren es continuar con la actividad económica que actualmente mantienen, aunque en este caso hay que diferenciar los que la tienen y los que la s mantienen vacías.

Este colectivo que aún se encuentra desorganizado hasta que no den el paso adelante afirman que uno de los primeros objetivos es la de tratar de reunirse con el delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Alfonso Pozuelo, "ya que lo que queremos es que se nos escuche a nosotros, que somos los que estamos en el día a día en el polígono exterior".

Los empresarios son muy escépticos acerca de la posibilidad de que pueda salir este proyecto de transformación urbanística que empezó con una gran fuerza e intenciones, pero que se ha ido diluyendo con el paso del tiempo. A su juicio, hay varias trabas para sacar adelante la operación. Por un lado está el apartado económico. Por otro el que si depende de la llegada de inversores, "ahora mismo el polígono exterior no está en condiciones de ser atractivo para ninguna empresa que se quiera instalar en él". Por último afirman que es un diseño alejado de la realidad, como por ejemplo la gran cantidad de metros cuadrados que se van a dedicar a las zonas verdes.

No obstante, no se cerrarían a participar en esa especie de jornadas para aportar ideas y redefinir el futuro de la transformación del polígono exterior de la Zona Franca, donde desde su experiencia y punto de vista podrían aportar algunas soluciones.

Hace unos años la transformación del polígono exterior de la Zona Franca era una de las prioridades en la gestión de la Zona Franca, pero en el camino se cruzó la crisis económica y la ampliación del recinto fiscal tanto en la capital gaditana como en varios puntos de la provincia, que ha hecho que se destinen muchos recursos a la misma.

De hecho, uno de los principales objetivos que se marcó tanto el Ayuntamiento de Cádiz como la Zona Franca fue la de promover las primeras operaciones que sirvieran de espoleta al resto de las actuaciones y a la llegada de inversores privados, pero esto después no ha sido posible. Una de ellas era la de la manzana en la que se encontraba antiguamente Hipersol y la Seat, pero precisamente estas dos superficies siguen en manos de un privado y de momento no se ha llegado a ningún acuerdo.

A pesar de todo ello, la Zona Franca ha ido adquiriendo naves en todas las unidades de ejecución con el objetivo de tener la mayoría de la decisión en muchas de ellas.

Los propietarios lo que quieren es información en un primer lugar y, segundo, no quieren aparecer como los que están imposibilitando la operación ya que dicen que ellos no están siendo los culpables.

Un colectivo que hasta ahora no estaba unido

Los empresarios y propietarios de las naves del polígono exterior de la Zona Franca estaban hasta ahora desunidos, que no peleados. Cada uno tiene sus propios intereses y no habían tenido hasta ahora la necesidad de unirse. La idea es crear esa comunidad o asociación donde nombrarán a un representante legal que sea el que defienda de manera común sus intereses. Creen que unidos van a ser más fuertes que lo son hasta ahora. Rafael Gargallo afirma que hay un centenar de propietarios que tienen las naves totalmente liberadas y hay otros muchos que están en el llamado censo reservatorio que tienen una mayor dependencia de la Zona Franca. De momento están empezando a unirse y hacen un llamamiento a todos los propietarios que lo deseen para formar parte de este proyecto. Para ello hasta Gargallo (607 52 51 21) y Manuel Romero (637 71 54 29) facilitan sus teléfonos para todo aquel que quiera interesarse por los objetivos que persiguen.

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