"El principal legado que nos ha dejado España es la religión católica"

El embajador de Filipinas en España, Carlos C. Salinas, se está convirtiendo en un asiduo a la capital gaditana. Como él mismo recordaba ayer momento antes del concierto de sus compatriotas The UST Singers en el Oratorio, es la cuarta vez en 15 meses que está en Cádiz. La anterior fue el mismo día del Bicentenario y dentro de unos días lo hará acompañando al senador filipino Edgardo Arganda cuando ingrese en la Real Academia Hispanoamericana.

Ayer estaba muy ilusionado con seguir el concierto porque el coro lleva a una universidad y a una institución que él conoce muy bien. No en vano realizó todos sus estudios allí, fue profesor y su hermano es dominico, que es la orden que fundó y rige esta importante universidad asiática.

Filipinas no escapó hace 200 años de la influencia de la Constitución de Cádiz y como él mismo asevera, "fue muy importante para el desarrollo de nuestro país". Carlos C. Salinas afirma que este Bicentenario puede servir para estrechar lazos entre los dos países.

Salinas afirma con amargura que una vez que España se fue del país en 1898 la lengua extranjera que se fue imponiendo fue el inglés. Sin embargo, desde hace cuatro o cinco años el Gobierno filipino, gracias a un acuerdo con España, está realizando acciones para restablecer la lengua: "Ahora mismo tenemos un Instituto Cervantes muy potente y se está enseñando otra vez en los colegios. La lástima es que hay prácticamente dos generaciones que no la han aprendido".

Pero además de la lengua, la literatura, el arte y la cultura en general, el legado que ha dejado España en Filipinas ha sido el de la religión: "El 85% de la población es católica y es el único país asiático con esta confesión. Sin esta religión seríamos otra cosa".

Salinas recuerda que en España hay unos 50.000 filipinos, la gran mayoría dedicados a la hostelería y al servicio domésticos: "Ellos están muy contentos con los españoles y viceversa".