Unos premios que festejan la cultura de España y América

La Casa de Iberoamérica acogió ayer la entrega de los Premios Iberoamericanos Cortes de Cádiz, que este año cumplen su decimotercera edición.

Los galardonados en las diez categorías que componen estos premios desfilaron ante los aplausos de una concurrida sala, puesta en pie para recibirlos. La alcaldesa, Teófila Martínez, y el embajador de Panamá en España, Roberto Arango, ejercieron de anfitriones y entregaron las distinciones.

El Premio Ciencias Sociales, el más longevo, fue el que abrió la ceremonia de entrega con Natalia Castellanos, autora de 'Los escenarios del miedo (Arauca-Colombia): Perspectivas desde la antropología cultural', con el que ha querido dar a conocer "a una población víctima del conflicto armado". La autora quiso agradecer "al pueblo araucano por dejarme escuchar sus silencios y a aquellas personas que me contaron sus miedos".

El Premio de Relatos fue recogido por su autor, Sergio Galarza, por el trabajo presentado bajo el título 'Algunas formas de decir adiós'. El escritor afirmó que era "el premio más importante que consigo hasta el momento" y agradeció "iniciativas como éstas porque fomentan la cultura, en momentos de recortes en los que la cultura parece una amenaza para el poder. La cultura siempre suma a una nación", resaltó.

El Premio de Diseño ha sido compartido entre el Estudio Ana Carnicer y la empresa Pacopeco, impulsores del proyecto 'Coloreoh'. José Manuel Serrano subrayó que "hace tres años que empezamos a poner nuestro granito de arena para fomentar la lectura en los niños. Este proyecto busca inculcar el amor por los colores, por el diseño y por nuestra cultura". Dedicó el galardón "a los niños y mayores que aman los libros, por las historias que les quedan por descubrir".

Christian Bagnat logró el Premio de Creación Artística Contemporánea por la obra 'Hay noches que no puedo dormir'. El argentino no quiso dejar pasar la oportunidad de expresar su felicidad por "un acto que mantiene las relaciones con América y festeja la cultura" y animó a los artistas "a ser críticos con la época que nos toca. Hay que ser críticos y sobre todo, valientes".

Pedro Medina, galardonado con el Premio a la Investigación Científica, alabó "unos premios que promueven la cultura en un tiempo que todo parece susceptible de recortes" y se acordó de su equipo, que "con un trabajo precario y con pocos medios, no pierden la esperanza de encontrar un mundo mejor".

El Premio de Botánica Celestino Mutis recayó en el Jardín Botánico de Madrid y fue recogido por su director, Gonzalo Nieto, quien mencionó al botánico gaditano, porque "nunca será suficiente la labor que hagamos para difundir su figura".

El Gobierno de la República de Panamá se llevó el Premio del Mar por su decisión de ampliar el Canal. El embajador de este país en España, Roberto Arango, manifestó que "estamos en un proceso de expansión democrático, es el compromiso de un país con cinco siglos de historia vinculados al mar. El Canal de Panamá es parte de nuestra genética", añadió.

Javier Álvarez-Cienfuegos obtuvo el Premio de Cirugía Pedro Virgili, y comentó que este galardón "refuerza mi pasión por la medicina, recibida por mi abuela, por lo que un bien recibido no supone ningún mérito".

El Premio Joven Emprendedor, a Luis Von Ahn, sirvió para que éste se acordara de sus inicios. "Con ocho años me regaló mi madre mi primer ordenador, aprendí a programar y por eso hoy estoy aquí".

En último lugar se entregó el Premio de Igualdad al Observatorio Panameño Contra la Violencia de Género. Lilia Herrera recordó a "las 317 mujeres que murieron a manos de hombres que las amaban" y destacó que "el más grande de los derechos humanos es la vida".

Aún quedan por entregar el Premio Libertad a Mario Vargas Llosa y el Premio de la Música a Plácido Domingo, que lo recogerá próximamente en nuestra ciudad.