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Cádiz

El pirómano fue sospechoso del mismo delito en el año 2004

  • El detenido, que ingresó ayer en prisión, realizaba una hora antes de actuar llamadas de alarmas falsas desde cabinas al 112 para despistar a la Policía

El detenido en relación a los incendios de motos en la capital gaditana durante el último mes ya fue sospechoso en el año 2004 de acciones similares en zonas cercanas a su domicilio, en el barrio de Santa María, aunque por entonces, la Policía Nacional detuvo a otra persona imputada en los incendios. El individuo ingresó ayer en prisión después de declarar ante el juez desde las 12:30 hasta las 15 horas aproximadamente.

Su posible participación en los hechos de hace cinco años hizo que la Policía se fijara en el ahora detenido, A.U.B., de 34 años de edad. Por ello fue vigilado durante varios días hasta que los agentes reunieron las pruebas que le señalaban como presunto autor de los incendios. En su modus operandi existía un elemento coincidente: una hora antes de producirse los incendios, y para distraer la atención de la Policía, se realizaban llamadas de falsos sucesos al teléfono 112 de emergencias, una de ellas indicando que habían puesto una bomba en el hospital de San Rafael. La Policía Nacional, por tanto, solicitó las grabaciones y reconoció así la voz del sospechoso.

Las llamadas se realizaban desde cabinas cercanas al barrio de Santa María. La vigilancia policial puesta en marcha localizó el pasado miércoles al detenido en una cabina de la plaza de San Juan de Dios, desapareciendo durante una hora. En ese periodo de tiempo volvió a actuar en la plaza de las Viudas, donde en un estacionamiento encontró el propietario de una moto otra preparada para arder, a la que habían arrancado la goma unida al depósito de gasolina y que ya presentaba un charco de combustible listopara prender. Personada allí la Policía Nacional, el sospechoso ya se había marchado.

Con estas pruebas, los agentes montaron el dispositivo que permitió detener a A.U.B. en la tarde del jueves, no sin antes oponer una fuerte resistencia que se saldó con dos policías heridos leves. El detenido pidió acogerse al habeas corpus, una figura jurídica a la que tienen derecho los apresados cuando consideran que su detención es ilegal o arbitraria. Este procedimiento fue entonces tramitado, quedando todo el proceso paralizado hasta que el juez desestimó la petición del detenido.

Fuentes policiales desmienten que existieran grabaciones en vídeo del detenido en una gasolinera de la ciudad adquiriendo gasolina para perpetrar sus fechorías. De la misma manera, la Policía niega que se encontraran huellas dactilares del sujeto en los escenarios de los delitos cometidos.

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