"Si una persona quiere dejar de fumar y tiene una motivación alta, lo va a conseguir"

Mañana es el Día Mundial sin Tabaco y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se suma a la celebración difundiendo el programa que tiene para ayudar a las personas a dejar de fumar. Para ello, la entidad instalará hoy, de 10:00 a 13:00 horas, en la puerta de su sede -c/ Brunete, 4- una mesa para informar sobre el programa de deshabituación a todas las personas que quieran dejar de fumar. También pondrán carteles y folletos en el hospital.

María Arango, terapeuta del programa para dejar de fumar, señala que fumar cigarrillos causa al menos el 30% de todas las muertes por cáncer. Explica que este hábito está asociado con un riesgo aumentado de los cánceres de pulmón, laringe, cavidad oral, faringe, esófago, estómago, páncreas, cuello uterino, riñón y vejiga. "Uno de nuestros objetivos en conseguir que el tabaco llegue a erradicarse como hábito porque contribuiría a disminuir la incidencia de muchos tumores", afirma María Arango.

Esta terapeuta comenta que fumar "es una conducta que aprendemos y se mantiene en el tiempo convirtiéndose en un hábito debido fundamentalmente a tres cosas: la práctica, la asociación y el refuerzo". Así, el programa que tienen en marcha desde el año 2000 trata de deshabituar a la persona de la adicción física a la nicotina, "pero también se trata de modificar esa conducta, de romper el hábito o la adicción psicológica".

El programa consta de siete sesiones, una por semana. "Durante las primeras semanas descubrimos cómo es el hábito de cada persona: las causas, en qué momentos fuma, a qué circunstancias va unido su hábito..., y en esas sesiones vamos disminuyendo progresivamente el tabaco. A mitad del programa, hay un día que se plantea dejarlo totalmente y las semanas posteriores son para afianzar la deshabituación y evitar recaídas".

Arango quiere dejar claro que "no hay milagros ni existe una fórmula mágica para dejar de fumar. Se trata de un proceso personal que conlleva esfuerzo". Afirma que para conseguirlo, no es necesario tener fuerza de voluntad sino motivación. "Si una persona quiere dejar de fumar y tiene una motivación alta, lo va a conseguir". Añade que en la aecc lo que hacen es acompañar a la persona durante el proceso y darle las herramientas necesarias para que consiga su objetivo. Así, cada semana van poniendo metas y enseñan a controlar la ansiedad, "que es el principal enemigo".

La terapeuta asegura que "la calidad de vida mejora tanto cuando se deja de fumar que aunque sólo sea intentarlo merece la pena para darse cuenta de que se puede. Además, supone un ahorro económico. ¡Todos son ventajas cuando se deja de fumar!" Resalta que el programa es gratuito y tiene una tasa de éxito del 60%.