La oscura trápala sexual de 007
servicios de inteligencia
Antonio Díaz publica 'Espionaje para políticos'
El profesor universitario y experto en Inteligencia explica en su libro los conceptos básicos de un trabajo siempre en las sombras
La provincia de Cádiz es territorio natural de espías. En sus más de 7.436 kms(2 )operan hoy, más o menos abiertamente, funcionarios de cuatro agencias de inteligencia de los EEUU, una de Francia, una de Gran Bretaña, y una última de Marruecos.
Súmese a esto la presencia en su litoral de dos bases con contigentes militares extranjeros, objeto de espionaje por parte de los servicios rusos y chinos.
Para completar el cuadro, el propio Centro Nacional de Inteligencia (CNI) dispone en la provincia dos "delegaciones", ubicadas en la Bahía de Cádiz y el Campo de Gibraltar. A esos funcionarios civiles hay que añadir los militares encuadrados en el CIFAS (Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas).
Con todos esos ingredientes resulta coherente que la Universidad de Cádiz mantenga en su facultad de Derecho en Jerez, un foro internacional sobre temas de Inteligencia, Seguridad y Defensa.
Y parece más logico aún, que el profesor coordinador de dicha iniciativa, el doctor en Ciencias Políticas y profesor titular de Derecho Penal, Antonio Díaz Fernandez, publique un manual didáctico titulado Espionaje para políticos, una "guía de campo" para conocer a un ambito profesional y a un colectivo de personas cuyo trabajo cotidiando discurre entre sombras.
Díaz Fernandez no es un recién llegado a este sector. Lleva más de veinte años investigando en temas de Gestión de la Seguridad y servicios de inteligencia, tras concluir en el Instituto Gutierrez Mella una máster sobre Paz, Seguridad y Defensa.
A estos créditos suma estadías como investigador visitante en el King's College de Londres y el Brunel Center for Intelligence and Security Studies.
Su producción literaria arrancó con Los servicios de inteligencia españoles. Desde la guerra civil hasta el 11-M. Historia de una Transición, para seguir con otros volumenes especializados, a algunas de cuyas presentaciones llegaron a concurrir tanto la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, como el general Felix Sanz Roldán, secretario de estado y director del CNI.
Sin embargo, "Espionaje para políticos" dista mucho de ser un libro para investigadores eruditos o conocedores avezados.
Antonio Díaz asume en su obra, y así lo reconoce, un desafío. Ha optado por una presentación amena, con abiertos toques humorísticos, para aclarar los conceptos esenciales del funcionamiento y características de los servicios de inteligencia.
Un logro que ya subraya desde su prológo el embajador Jorge Dezcallar, quien ocupó la dirección del CESID y, posteriormente, la del CNI, entre 2001 y 2004.
"Me he concentrado en elaborar un formato accesible no sólo para los políticos, sino para todos los lectores en general", reconoce Antonio Díaz, al ser preguntado al respecto.
En el ámbito de la investigación académica española, no abundan los trabajos que manejen el humor como un complemento más. El profesor Díaz asume ese riesgo convencido de algo evidente: "La infiltración en el bando opuesto siempre se consigue con tecnología o con sexo. De ahí que el personaje de James Bond, obra de un escritor que fue funcionario de la Inteligencia británica (Ian Fleming), haya acabado por convertirse en el ícono del espionaje occidental".
Para Antonio Díaz, Bond fue una creación intencionada a fin de enmascarar la crísis que afrontaba por entonces el espionaje inglés y que era sumamente amarga (cinco de sus más encumbrados agentes se habían pasado a la URSS).
"Pero esa mezcla de sexo, cinismo, ambientes sofisticados, países exóticos y una visión colonialista del orbe británico, acabó por convertirlo en un arquetipo, que aún pervive en el imaginario de muchos" , subraya el experto.
Conversaciones con más 200 profesionales de todo el mundo
se delata desde sus primeras líneas como un libro dónde es fácil detectar voces y opiniones de auténticos espías de varios países. "Algunas frases y afirmaciones recogidas aquí son fruto de horas de conversacion con más de 200 profesionales de Inteligencia de todo el mundo. Ahí, entrarían desde funcionarios de los servicios estatales, a expertos de firmas dedicadas a la prevención del espionaje industrial", confirma Antonio Díaz. Ese conocimiento del autor se ve reforzado por una trama concebida para llevar al lector por conceptos que, habitualmente, se confunden entre el gran público y los medios de comunicación. Por ejemplo, "contraespionaje" no es un concepto equivalente al de "contrainteligencia". El volumen también desvela al profano la variedad de fuentes que utilizan estos servicios para desarrollar sus cometidos; desde la interceptación electrónica de comunicaciones al trabajo de captación de datos mediante informantes humanos. De otra parte, el libro ayuda a perfilar las características de las personas integradas en estos servicios: las cualidades que buscan los seleccionadores; las circunstancias que motivan el rechazo de un aspirante; su formación cultural; su capacitación para diferentes funciones; e incluso un boceto de su ámbito personal y familiar."Debe tenerse en cuenta que, por lo general, un servicio de información es un organismo donde no existen demasiadas posibilidades de promoción y, por otro lado, sus funcionarios ganan salarios muy inferiores a los que se pagan en el ambito empresarial civil", reseña Díaz. Pero, sobre todo, y como el propio autor apunta "muchos políticos llegan al poder con gran desconocimiento de estos servicios. Entonces se descubren a los mandos de una máquina muy potente. Es como si les dieras un Ferrari de F-1 que no saben conducir". se presentará en la Asociación de la Prensa de Cádiz, el próximo martes 22, a las 19.00 horas, Por supuesto, no podía ser menos, con espía incluido. O.L.
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