El tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz llegó ayer viernes a la estación de Plaza de Sevilla de la capital cuando faltaban 16 minutos para el mediodía. Procedente de Pelagatos, en Chiclana, era la primera vez que completaba todo el trazado de 24 kilómetros del nuevo transporte público.

A bordo del mismo viajaban la consejera de Fomento de la Junta, Marifrán Carazo,  acompañada del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández además del subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco. No estuvieron presente los alcaldes y alcaldesas de Cádiz, San Fernando y Chiclana, que no fueron invitados lo que provocó la queja de los dos últimos municipios.

El recorrido de todo el trayecto supone un paso esencial para la finalización de un proyecto de comunicación esencial en la Bahía que se planteó por primera vez hace dos décadas. Ahora sólo quedan algunas cuestiones técnicas antes de la puesta en marcha del que será el cuarto tranvía en funcionamiento en la región, junto a los de Sevilla, Málaga y Granada.

La previsión de la Junta es que éste comience a funcionar a principios del próximo verano. Aún quedan por cerrar el precio de las tarifas (1,35 euros en Granada y Málaga), así como el número de trayectos que se realizarán cada día.Hay que tener en cuenta que casi en la mitad del trayecto (10,3 kilómetros) el tranvía tiene que compartir viario con el servicio normal de Renfe, compatibilizando horarios con los trenes de Cercanías, Medio Distancia, Largo Recorrido y Mercancías.

Es esta una circunstancia que hace a este proyecto muy singular, pues no ocurre en ningún otro sitio del país. Ello ha supuesto una importante actuación en cuestiones técnicas para validar el uso de las maquinarias de los tranvías y su adaptación al ancho ferroviario. A la vez, ha supuesto que Renfe se implique en el funcionamiento del metropolitano, con personal encargado de la gestión de estas unidades.

La previsión de la Junta de Andalucía es alcanzar un número de viajeros de 3 millones al año. El tranvía, que parará en 21 estaciones y apeaderos en su recorrido, dará servicio inicialmente a 233.500 vecinos de estas tres localidades. Las estaciones, en su gran mayoría están a un máximo de 500 metros de las zonas de población, lo que supone un valor añadido a este medio de comunicación.

La velocidad que alcanzará en los tramos urbanos, concentrados en Chiclana y San Fernando, será de un máximo de 20 kilómetros hora, mientras que el uso de la vía férrea le permitirá alcanzar los 100 kilómetros a la hora. El tranvía pasará también por Tres Caminos en Puerto Real.

Inicialmente se van a poner en uso 7 unidades, con capacidad cada vagón para 200 pasajeros. No obstante, de cara a 2023 ya se prevé la entrada en funcionamiento de 3 unidades más.Desde que se inició este proyecto, uno de los referentes en el fallido Plan Intermodal de Transportes, la Junta ha invertido 267 millones de euros. De esta cantidad 31,5 millones de euros se han invertido durante los tres últimos años, con la etapa de mandato en la Junta de Juanma Moreno.

Lo cierto es que este gobierno le  ha dado un tirón esencial para permitir la finalización de un proyecto que desde sus inicios ha ido acumulando numerosos parones y otros tantos retrasos, teniendo en cuenta que se pretendía ponerlo en marcha en 2012, hace ahora una década.En este impulso ha sido esencial la buena conexión entre la Junta y Renfe, aspecto destacado por la consejera de Fomento. Se han llegado a cerrar hasta 25 contratos.

Desde el inicio de las primeras pruebas dinámicas del tranvía de la Bahía de Cádiz, las siete unidades que componen su flota ya han recorrido 122.000 kilómetros, lo que equivale a 12.000 horas de conducción, a lo que hay que sumar los más de 30.000 kilómetros recorridos por vías férreas del norte de España para completar todo el proceso de homologación del material móvil, iniciado en 2009.

El personal de operaciones formado por Renfe, y compuesto por más de 50 conductores, operadores del Puesto de Control Central  e interventores, se reincorporó el pasado mes de enero con el fin de completar el proceso de reciclaje para la futura operación comercial.

A partir de ahora y en el mes de marzo, se iniciarán las denominadas marchas en blanco (primera fase de las pruebas dinámicas finales), en las que se reproducen fielmente todas las características del servicio previstas en la operación comercial, como son los tiempos de viaje, las frecuencias de paso, etc. A lo que le sucederán las pruebas de robustez, que consisten en someter a las unidades del ferrocarril metropolitano a situaciones más críticas o incidencias, y, finalmente, las denominadas simulaciones comerciales (segunda fase de las pruebas dinámicas finales), en las que participarán colectivos sociales que podrán embarcar en el tren.

Todo ello permitirá que el tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz entre en funcionamiento en el inicio del próximo verano, una fecha relevante, recordó la consejera, ante la afluencia de turistas en la provincia gaditana.