De las 258 escalas de cruceros que prevé recibir el puerto de Cádiz el año que viene, más o menos la mitad llegan de la mano de navieras de las consideradas de superlujo. 54 de ellas se corresponden con buques de una compañía que prefiere denominarse de "cinco estrellas" más que de superlujo. Se trata de Holland America Line, la segunda empresa de cruceros más antigua del mundo. Holland pasará de los 18 amarres de este año a los 54 que ya tiene programados en el catálogo recién publicado.

Su responsable de Ventas en España, Jesús Armengol, resumió los motivos por los que Holland America Line ha optado por multiplicar su apuesta por el puerto de Cádiz. "La compañía se ha traído más barcos a Europa, por lo que Cádiz no es el único puerto que se beneficiará de esto. Al haber más barcos, por lógica hay más escalas", decía Armengol.

Esta empresa, que en la actualidad cuenta con una flota de 15 cruceros, se ha traído para el Mediterráneo a seis de ellos, "cuando anteriormente sólo teníamos por aquí a dos o tres buques, como mucho cuatro".

Armengol comenta que, hasta ahora, sólo escalaban en Cádiz los barcos en rutas de posicionamiento, es decir los trasatlánticos en su viaje desde el Caribe buscando el Mediterráneo, o al contrario.

Pero el responsable de Ventas de la Holland no se anda por las ramas y confiesa que sus catálogos venden Sevilla como el principal atractivo de la escala en Cádiz, de hecho, cuenta que en sus publicaciones aparece "Cádiz, Sevilla". De hecho recuerda que la mayoría de los clientes que llegan a Cádiz contratan excursiones a Sevilla.

El hecho de haber triplicado sus escalas en Cádiz también se debe, según Armengol, a que se está alargando la temporada de cruceros. Antes finalizaba prácticamente en octubre y ahora se está alargando hasta noviembre o diciembre. Y lo mismo pasa con el inicio de la temporada y "ya no es raro ver un buen número de escalas en febrero o marzo". Sin ir más lejos, el crucero de vuelta al mundo del Amsterdam hará escala en Cádiz es el 18 de abril.

Otra novedad que ha favorecido al puerto de Cádiz es que es ya una tendencia generalizada de la Holland America traerse un barco al Mediterráneo en marzo o abril y luego, en junio, llevárselo al norte de Europa. "Es entonces cuando vuelven a amarrar en Cádiz en su ruta entre el Mediterráneo y los países nórdicos".

Preguntado por hasta dónde llegará el compromiso de la naviera de cinco estrellas con Cádiz, Jesús Armengol afirma que los barcos de Holland están siempre en movimiento y buscando rutas y puertos nuevos porque "tenemos una clientela muy fiel a la que gusta repetir con nosotros". "A ellos les tenemos que dar siempre novedades e itinerarios atractivos".

Otro de los motivos que les hace fijar su mirada en el puerto de Cádiz es que, "para nosotros es la puerta de salida o de entrada al Mediterráneo". "Lo que hacemos normalmente es que si entramos parando en Cádiz, la salida la hacemos por Gibraltar, Málaga o Lisboa", aclara Armengol.

El portavoz de la naviera, propietaria de buques como el Amsterdam, Prinsendam o Maasdam (todos ellos caracterizados por su casco al estilo de los trasatlánticos del siglo XIX), afirma que "para mi empresa Cádiz es un puerto con una posición estratégica. Es una discusión que siempre he mantenido, por ejemplo, con Valencia. Ellos piden más barcos pero su posición en el Mediterráneo no es buena porque significa para los cruceros más horas de navegación". Además, Armengol cree que todo lo dicho es fundamental pero, "sin duda, la escala debe venir respaldada de un cierto atractivo turístico". En el caso de Cádiz, sentencia el responsable de Holland, "además de la ciudad en sí, que cuenta con un casco histórico muy a la mano, es su cercanía con Sevilla lo que la hace más atractiva".

La filosofía de los superlujo difiere mucho de la de los cruceros más comerciales. De hecho, si las compañías más populares optan por construir barcos cada vez más grandes "para hacerlos más rentables". "En Holland no es así. Lo hacemos al revés. Preferimos buques menos poblados con tal de lograr que el pasajero goce de una mayor comodidad". "Nuestros clientes no quieren ni colas ni aglomeraciones. Prefieren pagar un poco más con tal de viajar más cómodamente", afirma Armengol.