El puerto de Cádiz ha dado estos días un paso más en su cambio de imagen. Ahora le ha tocado reorganizar su tráfico en el recinto interior de las dársenas de la capital.

Ayer mismo anunciaba la adjudicación a la empresa Acciona Construcción S.A. de la ejecución de las obras del acceso viario a la dársena de Cádiz por la Avenida de Astilleros, por un importe de 1,09 millones de euros (IVA excluido).

La entrada principal, y a la larga única, del muelle será a la altura de la estación de buses

Con este proyecto, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) contempla la reordenación de todos sus accesos así como la distribución del tráfico dentro del recinto portuario de Cádiz. Para ello, sus técnicos han proyectado dos glorietas, nuevos viales y una amplia zona de aparcamientos.

Esta zona para el estacionamiento de vehículo se hace necesaria ya que la imagen de futuro que contempla el equipo de su presidente José Luis Blanco incluye una nueva cesión del puerto a la ciudad. En esta ocasión, a ruego del propio Ayuntamiento, el puerto cederá al alcalde José María González una zona cercana a la Carretera Industrial para reconvertirla en aparcamiento disuasorio para aminorar los tráficos en el casco histórico.

A esta idea se suma la necesidad que le surge al Consistorio de contar con una zona de estacionamiento de vehículos que venga a sustituir al espacio ahora existente en la zona colindante con la estación de Renfe. Cabe recordar que desde hace ya varios meses, la margen izquierda de la Carretera Industrial en dirección al centro de la ciudad se usa como un aparcamiento que escapa, a día de hoy, de todo control.

Una vez que la nueva estación de autobuses abra sus puertas al público, después de muchos meses de espera, posiblemente el primer viernes del mes de octubre, el Ayuntamiento pretende limpiar ese espacio utilizado hasta ahora como estacionamiento.

Para ello, el Ayuntamiento solicitó a José Luis Blanco de manera formal, en una de las comisiones institucionales que se vienen reuniendo periódicamente desde hace meses, que le cediera unos metros de suelo para convertirlo en estacionamiento de coches.

Ahora queda que el Ayuntamiento decida si esta petición se formaliza bajo la autoría de la propia Corporación o bien se lleve a cabo en nombre de la Empresa Municipal de Aparcamientos (Emasa).

Una vez que se formalice la autorización, el puerto de Cádiz procederá a retranquear su muro unos metros y, a partir de ahí, llevar a cabo la reordenación de sus accesos y sus viales interiores.

A partir de ahí, abrirá, por fin, una nueva puerta de entrada al muelle más o menos a la altura de la nueva estación de autobuses, con sus correspondientes puestos de control regidos, a la entrada por la Policía Portuaria, y en sus salida por la Guardia Civil. Este acceso convivirá de manera temporal con la actual puerta de Plaza de Sevilla.

Los planes de la APBC contemplan que esta nueva entrada termine por ser la única puerta de acceso al puerto de la capital. Para ello, la entrada más cercana a la Plaza de España, junto a Comes, se cerrará y sólo abrirá para los turistas los días que haya cruceros en esa zona. La de la Plaza de Sevilla terminará por cerrar también de manera definitiva aunque la APBC aún no tiene fecha para clausurar este acceso.

A su vez, se ejecutará un vial principal de doble sentido de acceso y salida al recinto portuario, que estará regulado por dos glorietas. Una de las rotondas dirigirá la circulación hacia los locales de pesca y la otra llevará al tráfico hacia el Muelle Ciudad y hacia el muelle Marqués de Comillas y la zona de aparcamiento en batería que se habilitará junto a la carretera industrial.

Las obras servirán de conexión entre los suelos portuarios y urbanos a través de los controles de acceso ya ejecutados y ubicados en el extremo del recinto pesquero que colinda con la concesión de Navantia.

El plazo de ejecución de las obras está establecido en 10 meses y el inicio de las mismas se realizará en el mes de octubre.