Ya tienen sus llaves. Pasito a pasito. Mudarse al Mercado Central es como hacerlo a una casa nueva, donde poco a poco va su nuevo dueño acostumbrándose al estrenado hábitat. Así lo dijo la alcaldesa, Teófila Martínez, en respuesta a la relación de deficiencias que el presidente de la Asociación de Detallistas de Mercados (Asodemer), José Luis Paramio, le expuso en su intervención de cierre del acto de entrega de llaves. "No me queda más remedio que contestar", expresó Martínez. Paramio fue hábil comprometiendo a la primera edil para que tranquilizara a los detallistas. "Hay que acoplarse, que se adapten los vendedores y los ciudadanos. No penséis que hemos hecho este esfuerzo para tirarlo por la borda. Haremos todos los arreglos con diligencia. Sabéis que para estas cosas soy muy pesada y constante. Todo irá bien", manifestó con rotundidad.

La entrega de llaves en el Palacio de Congresos se celebró en un clima de inquietud por parte de los vendedores. Hay desperfectos en muchos puestos que imposibilitarán la apertura de la Plaza a mediados de este mes. Las fiestas navideñas se acercan y éstas deben ser una buena fuente de ingresos para los propietarios de los puestos. Y Paramio recordó, tras agradecer al Ayuntamiento el esfuerzo realizado, que la cafetería no está terminada, que faltan agua y luz y que no hay suficiente fuerza en las bocas de riego para limpiar. "Los puestos de pescado, que no se cierran de noche, carecen de cámaras de vigilancia y por la cristalera va a entrar agua porque en Cádiz, como todos sabemos, no llueve hacia abajo y sí a un lado y otro", dijo Paramio. El presidente de Asodemer pidió dos horas cada tarde para que los detallistas puedan acelerar el traslado de la carpa al nuevo equipamiento.

También, fuera del acto oficial, los pescaderos criticaban el estancamiento del agua en el suelo y los mostradores, además de la ausencia de desagüe en las neveras. "Aún no hemos entrado y ya hay desniveles", comentaba uno de ellos.

El sino de estos vendedores es trasladarse. Llenaron hasta tal punto una sala del Palacio de Congresos que se vieron obligados a cambiar de ubicación. Pocos faltaron a la cita. Allí estaban esas familias históricas de la plaza como los Ponce de León, los Pecci, los Loaiza, los Casado, las Remesal... El director del Mercado, José Antonio Castro, leía los nombres y era la alcaldesa quien entregaba el 'kit' de llave, telemando, diploma acreditativo de concesión de puesto y manual de instrucciones de frigoríficos y demás instalaciones.

El discurso de la alcaldesa fue comprometido: "En medio de esta crisis, disponer de un mercado nuevo va a ayudar a la ciudad. Estamos dispuestos a seguir colaborando con Asodemer. Vamos a salir adelante y la crisis pasará". Martínez

"Todo llega", decía Teófila Martínez a Eduardo Doeste cuando recibió su llave. Marcos Ruiz Pérez llegó a recoger hasta cinco carpetas de otros tantos puestos de la familia pescadera Ruiz Bastón.

Martínez y Paramio coincidieron en resaltar los buenos comentarios de quienes habían visitado el Mercado en las jornadas de puertas abiertas, recalcando las visitas de personas venidas de fuera de Cádiz. La alcaldesa anunció un Mercado "modélico, escamondao, que tendrá atractivo incluso cultural y donde apetecerá ir a trabajar". De la misma manera incidió en la necesidad de conseguir "pronto" el certificado europeo de uso de bolsas biodegradables que dará al Mercado "marchamo de calidad y modernidad".

José Luis Paramio mostró su confianza en que las deficiencias del Mercado Central se solventarán "la próxima semana", una localización temporal más que repetida en la tarde de ayer en el Palacio de Congresos. Parece que del lunes 9 al viernes 13 se solucionarán muchas cosas en la nueva Plaza. Luego quedará pendiente la remodelación de los alrededores y la reubicación de los puestos exteriores, ya que una instalación moderna requiere un 'hall' de entrada acorde con su categoría.