Un modo de vida desde la inclusión
Quince jóvenes de distintas capacidades que han participado en un programa de la asociación Equa desde hace tres años plantean llevar lo aprendido a una empresa
En torno a unas mesas que dibujan una U en la biblioteca del barrio de Astilleros, varios chicos participan en una actividad de dinamización. Cada uno tiene que dibujar la silueta de su cara. A continuación, pasan el papel a la persona que está a su izquierda, que tiene que pintar los ojos a esa silueta. Después la nariz, los rasgos de su personalidad, una expresión típica de ella- En cada paso tienen que ir pasando el folio al de su izquierda de manera que hacen un retrato comunitario de cada participante.
Este es la última jornada que cierra el taller de animación a la lectura que han hecho para los vecinos del barrio más moderno de la ciudad. Hasta ahora han hechos talleres de escritura creativa, otro de ilustración, expresión corporal y el último de mural colectivo.
Los que lo llevan pueden ser distintos a otros muchos o tan iguales a todos los demás. Con sus problemas particulares pero también como lo e otros muchos jóvenes. Con sus discapacidades y con sus habilidades al servicio del grupo. Todo s ellos bajo el amparo de Equa y el Grupo Diverze que nació de la misma hace ya tres años, con personas de capacidades diversas, que se han preparado a lo largo de este período en la dinamización comunitaria.
De todo ello nació otro programa, llamado Re-Crea con el que pueden gestionar y desarrollar sus propios proyectos en primera persona. Y es que estas habilidades en dinamización las están poniendo a prueba en el barrio e Astilleros y en otras actividades que han realizado con el objetivo e evaluar su modo e trabajo y por qué no, llevar esto a la creación de una empresa que les pueda proporcionar un medio de vida.
Ilusión no les falta porque al servicio el colectivo se pone la racionalidad de Irene, la energía de Pili, la ilusión de Alberto, el desparpajo de Adri o la simpatía de Luz Marina, así hasta llegar a 15 chicos que tienen como objetivo, como dice esta última, "mostrar que somos gente con distintas capacidades y que se puede trabajar en común".
Ahora necesitan ver, como dice Alberto, "a ver donde nos lleva el viento", pero hagan lo que hagan, van a ir de la mano de Equa, que los seguirá tutelando a la hora de sacar adelante el proyecto, pero tratando de echar viento a las velas, porque los que tendrán que capitanear la nave serán ellos mismos.
Luz Marina creen que con todo lo aprendido pueden "buscarse las papas" pero lo más importante es que detrás de todo ello "hay un trasfondo, unos valores".
Y es que el camino no ha sido fácil porque consistía en validar una metodología de intervención con jóvenes en riesgo o situación de exclusión social en itinerarios de desarrollo personal, socioeducativo, participativo y de emprendeduría. El final de esa travesía es que son estos colectivos más castigados por la exclusión social y por los efectos de la crisis económica reciente la que pone en marcha esta dinámica de desarrollo social, económico y ciudadano "que tanta falta nos hace".
Ahora será el momento de hacer balance y ver cómo son capaces de trabajar juntos y en qué tienen que mejorar pero tienen muy claro que les ha gustado mucho la iniciativa y que "la gente ha respondido muy bien".
De momento, tal y como dice Enrique Beca, de Equa, "son jóvenes cargados de ilusión y sobradamente preparados".
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