Contenido patrocinado

El marisco, de Cetárea del Sur a Mercadona

  • El pasado año la empresa gaditana vendió 15.500 kilos de producto a la gran superficie. Desde que el pedido sale hasta su exposición, transcurren menos de 24 horas.

Ana Parrabano Jiménez (i) e Irene Sánchez de Sardi (d), fundadoras de Cetárea del Sur.

Ana Parrabano Jiménez (i) e Irene Sánchez de Sardi (d), fundadoras de Cetárea del Sur.

Corría el calendario por 1998 cuando Irene Sánchez de Sardi y Ana Parrabano Jiménez idearon un proyecto universitario que se acabaría convirtiendo en su actual negocio. Una idea innovadora en la Bahía de Cádiz: un vivero con comunicación con el mar donde mantienen crustáceos para su distribución con destino al consumo. Dos décadas después, esta empresa es una realidad: su nombre es Cetárea del Sur y cuenta dentro de su cartera de clientes a reconocidas empresas del sector de la restauración. Desde hace un año, también le distribuyen a Mercadona.

Las piscinas de las instalaciones gaditanas simulan el hábitat natural del animal. Las piscinas de las instalaciones gaditanas simulan el hábitat natural del animal.

Las piscinas de las instalaciones gaditanas simulan el hábitat natural del animal.

Para llegar aquí han tenido que superar innumerables pruebas. Sánchez y Parrabano exponen que en todo este tiempo han tenido “que demostrar que valíamos para vender, distribuir y llevar la empresa”. Dos mujeres inmersas en un mundo prácticamente de hombres. “Hay muchas zancadillas. Nos han robado etiquetas, mercancías… Pero si crees en tu proyecto y en tu sueño, las cosas siguen para adelante. Eso también lo tenemos muy claro. La perseverancia nos ha ayudado mucho”, afirman.

Se trata de un negocio complicado. No siempre es posible satisfacer todas las necesidades de los clientes. “Dependemos del mar y de terceros por el tema de transporte. Aquí hay problemas como el tiempo, las huelgas, las aduanas, puede haber retrasos… Son muchos factores los que influyen”, argumentan antes de explicar que, a pesar de todo, cumplen como mínimo al 90% de las exigencias de sus clientes, siendo el trato personalizado su seña: “Hablamos a diario con nuestros clientes, sea cual sea el volumen de la compra”, apunta Sánchez de Sardi.

El bogavante, uno de los productos que se puede encontrar en Cetárea del Sur. El bogavante, uno de los productos que se puede encontrar en Cetárea del Sur.

El bogavante, uno de los productos que se puede encontrar en Cetárea del Sur.

Además, desde hace un año, llevan una línea diferenciada de negocio con Mercadona. Les distribuyen actualmente buey de mar, centollos, nécoras y percebes a las plataformas de Antequera, Huévar, Guadix, San Isidro, Ceuta y Ribarroja. Esto ha hecho que aumente la facturación de la empresa y también el número de trabajadores. “Éramos cuatro, ahora somos 10 y, en estas fiestas, esperamos llegar a 16”, afirman. El pasado año, Cetárea del Sur distribuyó a Mercadona un total de 15.500 kilos de producto sólo en periodo de campaña. Aún no habían introducido percebe, del que este año ya le han vendido 5.500 kilos

Trabajar para Mercadona supuso, según reconocen desde la empresa gaditana, “un reto y una oportunidad. Mercadona te exige pero también te facilita. Es una sinergia. Al introducir a Mercadona hemos abierto un campo que antes no era tan fácil: en cuanto a conocimientos organizativos, económicos, entre proveedores… Cuando empiezas a trabajar con ellos no se establece una alianza bilateral, sino multilateral, porque te abren las puertas para que te relaciones con proveedores de distintos niveles. Esto ha sido muy importante”.

La distribución del producto se realiza periódicamente. La distribución del producto se realiza periódicamente.

La distribución del producto se realiza periódicamente.

Otra de las grandes ventajas de Cetárea del Sur es que trabajan con un producto completamente fresco. En sus instalaciones trabajan con piscinas de diferentes tamaños y medidas para poder simular el hábitat natural de los animales. “Nos hemos ido acondicionando a medida que iban surgiendo nuevas etapas y nuevas demandas de los clientes”, exponen desde la empresa. Además, el pedido se envía con unas condiciones específicas para poder mantener el producto fresco. Desde que sale de las instalaciones de la empresa gaditana hasta que llega al expositor de Mercadona, listo para el cliente final, no pasan ni 24 horas.

El futuro de Cetárea del Sur se centra ahora en seguir mejorando día tras día, a la vez que se mantiene la excelencia con todos los proveedores actuales. Tras dos décadas de negocio, no se conforman y quieren crecer de forma vertical: “Nuestro objetivo es eliminar intermediarios”.