"La lucha por la libertad sexual tiene rostro femenino"

Francisco Artacho conoció a Mar ya con ese nombre, Mar Cambrollé, pero antes había sido Francisco, Francisco Cambrollé Jurado, y después fue Paqui la Jipi, y Paqui la Brava, aunque brava haya sido siempre. "Mar tiene una fuerte personalidad, porque creo que con una trayectoria como la suya, la única manera de sobrevivir es reafirmándote continuamente". El autor presentaba ayer en la Fundación Municipal de la Mujer, dentro de los actos de la Semana del Orgullo, Mar Cambrollé, una mujer de verdad (La Calle): un recorrido por la biografía de uno de los principales referentes de la lucha por los derechos del colectivo homosexual y trans en Andalucía.

"Una lucha que ella comenzó cuando aún se identificaba como homosexual, en la iglesia de cristianos de base del barrio de las Tres Mil Viviendas en Sevilla -cuenta Francisco Artacho-. Fue buscando una plataforma que se adecuara a su lucha por la liberación sexual, y fue esencial en el desarrollo del MHAR, el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria".

La vida de Mar Cambrollé, tal como plasma Artacho en su libro, es un ejemplo de resiliencia, ese término tan de moda: partiendo de un entorno tremendo, de maltrato infantil y analfabetismo, de rechazo y de ausencia de referentes: "No sería, por ejemplo, hasta ver a Bibi Andersen cuando comprendiera qué era realmente", explica.

"Yo diría que la lucha de Mar Cambrollé no cabe en ninguna sigla: va contra la intolerencia y las mentes cerradas", continúa. Actualmente portavoz del colectivo trans en Andalucía, con la aprobación de la Ley Integral de Transexualidad como uno de sus logros, Cambrollé continúa tratando cuestiones básicas de los transexuales, como la defensa por los derechos laborales, la normalización o la importancia de la existencia de referentes, así como la implicación de todo el colectivo LGTB: "Existe la sensación -desarrolla Francisco Artacho- de que, una vez conseguidas ciertas conquistas, los homosexuales se han desentendido de la lucha trans, cuando ellas han estado en primera línea en los años de reivindicación homosexual porque estaban acostumbradas a no ocultarse. La lucha por la libertad sexual tiene rostro femenino y de pobreza, aunque hoy no está en la memoria colectiva".