El periplo sufrido por los alumnos del colegio Josefina Pascual a la hora del almuerzo desde que empezaran las clases el pasado 10 de septiembre parece que ha llegado a su fin. Y no, no ha sido el catering en el vecino Aulario Simón Bolívar la solución al traslado al comedor colegio Santa Teresa, que disgustaba a padres y escolares, sino que, finalmente, las obras en el propio centro escolar han concluido.

Como barajaban los padres de los alumnos ante el retraso de la puesta en marcha de esta solución intermedia del catering, que debía de licitar el propio colegio, las obras en el sótano del centro, que impedían que los escolares pudieran utilizar el comedor, han terminado antes de que la medida se pusiera en marcha.

Hay que recordar, que los familiares de los niños y niñas no estuvieron de acuerdo con la marcha diaria de los escolares al colegio Santa Teresa, que fue la primera decisión que se tomó desde el centro y desde la delegación de Educación de la Junta de Andalucía para los usarios del comedor del colegio Josefina Pascual.Los días de lluvia terminaron por acabar con la paciencia de los padres que, representados por los directos del AMPA y madres del Consejo Escolar, mantuvieron una reunión el pasado 19 de septiembre con la delegada territorial de Educación, Remedios Palma, que planteó la alternativa de la instalación de un catering en las dependencias del Aulario Simón Bolívar, anexas al Josefina Pascual y cedidas por la Universidad de Cádiz, para que los escolares no tuvieran siquiera que salir al exterior para el almuerzo. Esta opción fue aprobada pero nunca se puso en marcha.

Finalmente, ayer los padres recibieron una notificación del centro informándoles que desde hoy 24 de octubre se restablece el servicio de comedor en el colegio Josefina Pascual, al que se podrán incorporar los niños que se dieron baja durante el traslado de este servicio al colegio de Santa Teresa.