Ser Rey Mago es un trabajo duro. Inolvidable, hermoso, pero duro. Porque son muchas horas de intensas emociones las que viven Sus Majestades de Oriente. Miles de caramelos que lanzar, centenares de niños y mayores que piden salud y lo que caiga, ese deseo incumplido que siempre está ahí, esa ilusión que acrecienta su intensidad ante la cercanía de hacerse realidad. Mucha alegría que repartir.

La jornada comenzó pronto para la comitiva real, parte de la cual incluso pernoctó en el hotel Senator. A las 8:15 de la mañana visitaron la Residencia Matías Calvo y a continuación la sede de la Fundación Cajasol en Cádiz, que ha entregado en la provincia más de 300 regalos a niños de 1 a 14 años en diferentes puntos como Cádiz capital, Jerez de la Frontera, Chiclana de la Frontera, El Puerto de Santa María y Paterna de Rivera, gracias a la implicación de una decena de organizaciones a través de las cuales se identifican a los menores beneficiarios.

La Fundación Cajasol pone en marcha desde hace años esta iniciativa social para colaborar con las diferentes asociaciones y entidades que reparten ilusión y alegría entre los más pequeños durante estos días con el propósito de que todos puedan disfrutar de este fecha tan especial sin distinción alguna, luchando contra la exclusión y diferenciación social. En total han sido más de 1.000 kilos de caramelos y centenares de regalos los que se han cedido a diferentes asociaciones, hermandades, centros hospitalarios y centros de acogida de inmigrantes de la provincia para que los Pajes Reales puedan distribuir en las diferentes cabalgatas que recorrerán las calles de los barrios y localidades gaditanas, endulzando aún más la clausura de la Navidad.

A continuación, los Reyes Magos se citaron con las Hermanas de la Cruz y luego se pasaron por las residencias Fragela y Carmelitas Descalzas. Para las personas mayores la visita de los Reyes Magos supone un aluvión de recuerdos que ilumina sus caras, devolviéndolos no sólo a su infancia, sino también a aquellos días lejanos en que sus hijos eran el centro de sus vidas.

El Hospital Puerta del Mar, como cada año, acogió uno de los momentos más entrañables del día. El séquito, que estuvo en todo momento acompañado por representantes de la Asociación de Reyes Magos de Cádiz, con su presidente Antonio Téllez a la cabeza, visitó a pequeños y mayores. Incluso acudieron a ver a los recién nacidos que se encontraban en la Unidad de Neonatología del centro, donde se dieron algunas imágenes inolvidables de la jornada.

El miércoles ya estuvieron en el hospital el Cartero Real y la Estrella de Oriente, llevando la ilusión y los regalos a las personas que tienen que pasar estas fechas ingresados.

Para ayudar a los Reyes Magos en su tarea, al igual que en otras ocasiones, voluntarios de la Asociación de Reyes como Germán García, Fernando Casas, Manuel Chaves, Isidoro Cárdeno, Miguel Cuesta o Carlos Medina prestaron toda su ayuda. Todos ellos se fueron desplazando por la ciudad a bordo de un autobús turístico.

Tampoco faltaron los Reyes Magos a su cita en la Comandancia de la Guardia Civil, adonde llegaron pasada la una de la tarde y fueron recibidos por el coronel Antonio Rodríguez Castillo. Como es habitual en la puerta del edificio principal se instaló una tarima y los pequeños que lo desearon pudieron acercarse hasta Melchor, Gaspar y Baltasar para recibir unos caramelos y poder fotografiarse.

Al filo de las dos de la tarde llegó el momento de que la comitiva real acudiera a la recepción en el Ayuntamiento, la primera que preside el alcalde José María González, ya que el pasado año motivos de salud le impidieron estar presente.

Desde mucho antes ya habían decenas de personas en la plaza de San Juan de Dios, donde la Policía Local había instalado unas vallas para que los tres grandes protagonistas del día pudieran avanzar hacia la Casa Consistorial con tranquilidad.

En esta ocasión, la visita al Ayuntamiento no estuvo reservada únicamente a los familiares de los concejales o de los funcionarios municipales, sino que se abrió a más ciudadanos, que pudieron acceder al Salón de Plenos según el orden de llegada hasta completar el aforo.

Ya en la intimidad de la Alcaldía, el alcalde regaló a Selu García Cossío, Rafael Bernal y Carmelo García un llavero de recuerdo.

Posteriormente, Melchor, encarnado este año por Selu García Cossío, fue el encargado de dirigirse desde el balón del Ayuntamiento a las personas que no habían podido entrar en el edificio y preguntó a los más pequeños si se habían portado bien, "¿habéis comido verdura? ¿habéis estudiado?", prometiendo que los Reyes Magos dejarían por la noche sus regalos para que esta mañana se levanten viendo sus sueños cumplidos en mayor o menor medida. Porque la ilusión en días como estos nunca puede perderse. Y porque, como decía la campaña de la propia asociación, no puede haber niños sin juguetes.