Las iglesias de La Pastora y San Pablo cierran al culto para ser rehabilitadas

Dos templos gaditanos han coincidido en sus fechas para cerrar al culto, debido a la rehabilitación que necesitan. Se trata de las iglesias de La Pastora y de San Pablo, que desde el pasado fin de semana suspendieron su actividad a la espera de que se acometan las obras oportunas. Dos casos que, aunque coincidentes en el tiempo, son bastante diferentes.

La iglesia de La Pastora se prepara estos días para que comiencen las obras de consolidación, cuyo proyecto ha corrido a cargo de los arquitectos Juan José Jiménez Mata y Juan José Acuña. En dicho proyecto se reflejan claramente los graves problemas estructurales que padece el edificio, cuya fachada empieza a cubrirse de andamios, en unas labores que seguirán hoy y mañana, para posteriormente dar inicio a las obras.

En el informe de los arquitectos se detallan la gran cantidad de grietas que tiene el templo y que además han avanzado conforme a un seguimiento que ya se realizó en el año 2001. Todo ello indica que se ha experimentado un movimiento de los pilastrones como consecuencia del empuje de la cúpula. Asimismo, diversas pruebas han confirmado el desplome de las cuatro grandes pilastras sobre las que se soporta el templo. Todo ello puede originarse -esto no es más que una hipótesis de los autores del proyecto- por la construcción del tambor que se realizó con posterioridad al edificio para realzar la cúpula. Asimismo, hay otras grietas potenciadas por el peso de la espadaña, elemento también añadido al edificio después de su construcción.

Para evitar el deterioro de la iglesia -en una actuación de 187.000 euros que estará sufragada a partes iguales por la Junta de Andalucía y por Cajasol-, la actuación consistirá en el zunchado de la estructura. Es decir, el refuerzo del edificio para anular los movimientos horizontales que viene sufriendo debido al empuje de la cúpula. Para ello, se van a colocar esos refuerzos, consistentes en estructuras de acero inoxidable, en dos alturas del edificio, consiguiendo una especie de sujeción que evite más desplazamientos. Esta actuación implicará el levantamiento de la solería de los coros y la realización de regolas en los muros (huecos en los que se colocarán estas estructuras y que después serán de nuevo revestidos con mortero de cal). Según indican en el proyecto Jiménez Mata y Acuña, en ningún caso será necesario "tocar para nada la fachada".

Estas obras de gran envergadura se prevé que duren un año. Un tiempo en el que el culto y toda la actividad parroquial de La Pastora se trasladará a San Lorenzo, quedando unificadas las labores de los dos templos. Así lo ha decidido el párroco, José de Araujo, que ayer mostraba su satisfacción porque al fin se va a solucionar el problema de la seguridad, que gracias a la "providencia de Dios" no ha provocado daños personales a los feligreses de La Pastora o a aquellos que pasaran por delante del templo de la calle Sagasta.

Araujo ha sido persona clave en conseguir esta rehabilitación, que lleva demandando desde hace años. Él entiende que está luchando "por un bien de Cádiz, aunque muy desconocido". El párroco considera que La Pastora y Hospital de Mujeres "es lo mejor del Barroco que existe en Cádiz", entendiendo que el de Sagasta "no es sólo un templo dedicado al Señor, sino una joya del Patrimonio de Cádiz", por lo que invita a todos los gaditanos "a que nos alegremos de esta actuación".

CIERRE INESPERADO

El cierre de otro templo del centro histórico, San Pablo, ha caído por sorpresa. Tanto es así, que todavía ayer no tenían conocimiento del mismo en la Gerencia de Patrimonio. El rector de la iglesia, Jesús García Cornejo, explicaba a este periódico que la decisión viene motivada porque ya "no se reunían las condiciones oportunas para el culto". La causa es la rotura de varios cristales de la cúpula del edificio, lo que ha provocado la continuada entrada de palomas que ensucian la nave y los altares, unido esto a la caída de calichas de las paredes.

Esto ha provocado, como medida de urgencia, que cierre el culto y que se protejan las imágenes con plásticos (ante el grave daño que supondrían las defecaciones de estas aves). Ahora, el Obispado gestionará con la empresa constructora del edificio colindante la rehabilitación del interior del templo, que ya estaba prevista pero que se verá acelerada por esta medida de urgencia.

García Cornejo confía en que se solucione "cuanto antes", confiando en que para el nuevo curso (septiembre) San Pablo esté rehabilitada y abierta al culto, y usando también los salones de los que dispondrá tras las obras.