Al principio todo parecía normal en su desarrollo, pero a los 14 meses Fátima no atendía cuando se le llamaba y empezaron las sospechas de que algo no funciona bien. Cuando se les comunicó el diagnóstico Tomás no se lo podía creer "no tenia ni idea de lo que era el Autismo". Su mujer había trabajado en AFANAS y comprendía el alcance de lo que nos trasladaron. Para Tomás ver a su mujer llorar le rompía el corazón. 

Desde ese momento se produjo un retroceso en sus habilidades que se están trabajando en los servicios en Autismo Cádiz.

Para Tomás y Fátima les preocupa mucho en estos momentos el saber por qué llora, ya que tuvieron una experiencia muy negativa cuando su hija tenía dos años y medio. Fátima tuvo tan pequeña una fisura anal y duró dos años en resolverse hartos de ir a hospitales y pediatras sin dar con el problema.  

Con la Asociación han conseguido entender la dificultad de este trastorno y cómo trabajar el día a día con su hija. Se han adaptado a la dificultad de atender todas sus necesidades con la complejidad que tiene el que se ven solos.

Aunque el día a día es duro el peor momento es el verano donde la falta de horario escolar les aumenta el tiempo de dedicación a Fátima. Se necesitan apoyos en estos periodos tan largos. 

En el futuro no quieren pensar sino el avance del día a día ya que ese pensamiento les provoca una tremenda ansiedad.