Los taxistas gaditanos ven con cierta distancia las movilizaciones que se están produciendo en Madrid y Barcelona. Por un lado, la ciudad, por su propia configuración y tamaño, es casi un seguro para que no se implanten las plataformas como Cabify y Uber, aunque el presidente de Radio Taxi, Rafael Reyes, alerta de que en Granada ya están funcionando.

Por otro lado, las movilizaciones tampoco han llegado aquí por los cambios que se han producido en la Junta de Andalucía: “Ahora mismo era difícil movilizarse porque no había ni siquiera gobierno”. En este sentido, la federación que los agrupa a nivel andaluz ya tienen fijada una reunión con Marifran Carazo, la nueva consejera de Fomento del Partido Popular, para tratar las reivindicaciones que tienen con respecto a este tema.

También las tienen a nivel local, donde Reyes recuerda que desde hace cinco años se sigue con las mismas tarifas y, en los dos últimos años, se les ha negado la subida, que en el último querían que fuera el IPC.

En lo que sí difiere Rafael Reyes con respecto a lo que está haciéndose en Madrid y Barcelona es con el modelo de la huelga: “Lo que no podemos hacerla fastidiando al cliente”. En este sentido, señala que una de las alternativas hubiera sido más bien una huelga a la japonesa para tratar de dar más conocer el servicio del taxi y hacer una donación con la recaudación o algo parecido.

Los incidentes que se han producido cree que, al final, “afectan a la imagen del sector”.

Rafael Reyes cree que uno de los fuertes que tienen los taxis gaditanos es el servicio telefónico, “ya que el 80% de los trayectos entran por ahí” y el usuario en su mayoría es de la ciudad y lo utiliza para trayectos urbanos:“eso a la vez también es uno de los motivos que estemos estancados desde hace cinco años en las tarifas”.

El presidente de Radio Taxi tiene muy claro que “la competencia siempre ha existido pero debe hacerse en condiciones de igualdad”. Por ejemplo, advierte de que en algunos sitios están trabajando ya como un taxi normal y no como un servicio contratado, es decir, que dan vueltas por las ciudades y van recogiendo a usuarios.