El importante desarrollo del sector de servicios en los últimos cinco años en la ciudad, con la apertura y modernización de numerosos locales de hostelería y el espectacular incremento en el número de turistas que visitan la capital, no está logrando el impacto que era de esperar en el global de las cifras de empleo en la ciudad, a pesar de que el paro está bajando con relativa fuerza desde hace algo más de un año.

En el último mes computado, el pasado marzo, el paro en el sector servicios, con 10.851 personas, suponía el 72,8% del número de desempleados inscritos en la ciudad (14.911). Esta cifra implica un aumento de dos puntos respecto al 70,9% cuantificado en marzo de 2016.

A una distancia abismal aparecen los inscritos en el apartado de Sin Empleo Anterior, con el 12,6%, con medio punto menos que hace un año y reforzando de esa forma un descenso que se viene manteniendo desde hace meses. Ahora hay 1.877 ciudadanos en esta situación.

Más contundente es el bajón que se está logrando en la Industria. Ahora supone el 6,5% del total cuando hace doce meses llegaba al 7,4%. Este significativo descenso, al que sin duda habrá ayudado de forma notable la actividad en los astilleros de la Bahía pues poca industria más hay en suelo de la capital, ha permitido que el número de parados esté por debajo del millar, 971, frente a los 1.216 en marzo de 2016.

Aunque también ha bajado medio punto en este periodo de tiempo, hasta quedarse en un 7,4%, a la construcción le está costando descender de los mil parados. Ahora hay inscritos 1.108, lo que suponen 177 menos. Teniendo en cuenta que el sector inmobiliario se está recuperando y que cada vez son más las nuevas promociones o los proyectos de rehabilitación que se ponen en marcha, es de suponer que está cifra irá bajando en los próximos meses, aunque difícilmente se alcanzarán las cifras de los tiempos del boom de la construcción, cuando había unas 800 personas en este sector en situación de búsqueda de un empleo.

Por último, en Agricultura y Pesca, el movimiento porcentual es cero, aunque hay 13 parados menos que hace un año, quedándose en 104.

En conjunto, el desempleo en la capital ha descendido en doce meses algo más de 1.400 personas. El pasado mes de febrero el bajón fue notable gracias al Carnaval: 500 menos, animado fundamentalmente por las contratación realizadas en la hosteleria con motivo de la fiesta. La conclusión de ésta provocó en marzo el habitual efecto de retroceso, con un aumento de más de 200 parados, el más elevado de toda la provincia.

En todo caso, aún siendo alarmantemente altas, las cifras de desempleo en la ciudad a marzo de 2017 nos sitúan en niveles de los primeros años de la crisis económica y, afortunadamente, lejos de los datos de 2013 y 2014. En marzo de ese año el paro se disparó hasta las 18.088 personas, el dato más alto desde la décadas de los noventa, y tres mil más que actualmente.

Con la evolución de estos meses y teniendo en cuenta cómo se comporta la creación de empleo en lo que resta del año, la cifra cuando concluya este ejercicio podría situarse en los 13.400 desempleados, similar al cierre de 2008, el primer año de la crisis, aunque hay que tener en cuenta que en ese año Cádiz tenía unos 10.000 habitantes más.

Para lograr estas cifras, e incluso mejorarlas, habrá que ver si se mantiene el ritmo de creación de puestos de trabajo en la Industria y Construcción y, sobre todo, habrá que ver cómo evoluciona la hostelería.

Empresarios de este sector reconocen que el empleo aquí no ha ido parejo a la mejora del negocio en los últimos años. Más allá de contratos de temporadas, que los sindicatos critican por los escasos sueldos con los que van acompañados, se considera que el crecimiento alcanzado en estos últimos meses tendría que haber supuesto un refuerzo de las plantilla, aunque a la vez se asume que los hosteleros están saliendo de un bache muy hondo provocado por la crisis.

En las listas del paro hay 4.124 trabajadores no cualificados, 300 menos que hace un año. El perfil del desempleado destaca que el 55,62% son mujeres, con un incremento de un punto y medio y una gran mayoría, el 46% del total cuentan con más de 45 años de edad, lo que dificulta la consecución de un puesto de trabajo.