“Se puede vender como una heroicidad pero no lo es. Las condiciones estaban para disfrutar”. Nacho Rocha protagonizó hace diez días una de las imágenes más espectaculares que sirvió de portada a esta periódico con una maniobra (acrobacia) con su tabla de windsurf a varios metros de altura en la playa de Santa María del Mar en la jornada que arreció más fuerte el temporal Elsa. Para algunos despertó admiración y en otros la crítica, porque creía que se ponía en riesgo y que podía provocar una operación de rescate si pasaba algo: “Es una playa súper segura, abrigada con espigones y, si hubiera ocurrido algo, habría acabado en la playa”.No sólo es la playa. Nacho Rocha no es un tipo cualquiera en esto del windsurf.

Fue campeón de España en la categoría de promesas en 1999, ejercicio en el que terminó tercero en la senior. Un año después se coronaba campeón en la categoría absoluta y en 2001 en segunda posición, todos ellos conseguidos en la categoría de olas, que era lo que estaba practicando el otro día. 

Este gaditano nacido en 1978 tiene un enorme bagaje desde que empezó por castigo, como él dice, a practicar. Con su familia iba todos los años de vacaciones a Tarifa y después de hartarse de comer arena y ver a gente que disfrutaba en el agua con sus tablas, decidió probar este deporte. Su padre le enseñó a su hermano, y éste a Nacho Rocha. Ya después vinieron las sensaciones hasta que a los 16 años empezó a competir. Y con la competición los viajes a muchos lugares del mundo: “si quieres competir a nivel profesional tienes que viajar mucho y compartir muchas horas con gente que es muy buena”.

Nacho Rocha posa en la playa de Santa María del Mar.

Se define como un windsurfista muy técnico al que la corta envergadura que tiene hace que vaya en su contra “porque la mayoría del material está adaptado para gente más grande”. A la vez que es técnico, es muy agresivo sobre la tabla.

Este bombero de profesión que desempeña su labor en el Parque de Cádiz, cree que el mejor sitio donde ha cogido olas con su tabla es en Chile, cerca de un lugar que se llama Navidad: “A partir de la Punta de Lobo hay 200 kilómetros de playas brutales”.

Nacho Rocha tiene un perfil de Instagram donde se puede disfrutar de unas imágenes espectaculares que realiza Álvaro Luna, un fotógrafo que se encarga de inmortalizar maniobras como la del otro día.Nacho Rocha habla de sensaciones, “de lo bonito que es tenerlas mientras que se surfea una ola. Todo el mundo debería experimentarlo alguna vez en su vida y genera un poco de adicción. Te da sensación de felicidad”.

A este windsurfista le da pena que Cádiz viva de espaldas al mar, pese a que este entorno ha dado lugar a grandes campeones y otros que ya apuntan muy alto, como Miguel Chapuis, Max Hoch Grassi y las gemelas de 12 años, Lucía e Isabel Trujillo.

Nacho Rocha afirma que hubo una época en el que había dinero en el windsurf y eso permitía ganarse la vida. Hoy es mucho más complicado pero, al menos, él tiene esponsors que le permiten poder seguir viajando a otros lugares como Wet Tarifa, Duotone, Fanatic e Ion Spain.