Bufete Ortiz abogados, referente en la defensa de los derechos de los consumidores

Noticia de empresa

Asi funciona bufete Ortiz abogados un gabinete especializado que se ha convertido en el terror de la banca.

"Primero las personas", es su lema.

El Bufete se ha convertido en un referente en la defensa de los derechos de los consumidores
El Bufete se ha convertido en un referente en la defensa de los derechos de los consumidores

27 de abril 2018 - 01:00

Probablemente la historia de los pleitos de los clientes contra los bancos nunca hubiese sido un fenómeno social sin 2 personajes opuestos. Por un lado, Luis Pineda, expresidente de Ausbanc, acusado de organización criminal por extorsión a los bancos y en prisión provisional. Antes de caer en desgracia puso contra las cuerdas a todo el sistema bancario español al ser el pionero en denunciar las cláusulas suelo, gracias al apoyo de los tribunales europeos. Con sus luces y sus sombras, de su actuación se han beneficiado millones de clientes y le ha costado unos 4000 millones a la Banca. Luego vino el tsunami de las comisiones por apertura de hipoteca y los gastos hipotecarios aunque de estos últimos se ha excluido recientemente el impuesto de actos jurídicos documentados.

Por otro lado, esta José Luis Ortiz Miranda (Cádiz, 1965) con un perfil totalmente diferente, Utilizó las preferentes, subordinadas, acciones Bankia, Swaps, bonos estructurados, cocos del popular, valores del Santander, etc… para crear “el mayor despacho de la provincia de Cádiz en defensa de los consumidores, que son siempre los más débiles”, según asegura. Algunas abogados consultados admiten que es un fenómeno único en el sector y un tren al que todos los profesionales quieres subirse, dada su enorme potencial litigioso. Es una verdadera fábrica de pleitos contra la banca.

Este gabinete especializado en derecho bancario representa a más de 10.000 personas con productos financieros como preferentes, deuda subordinada, bonos convertibles, clausula suelo, comisiones de apertura, gastos hipotecarios, clausula IRPH, hipoteca multidivisas. Tiene demandas vivas por valor de 50 millones de euros, según cálculos internos. Se ha colocado en apenas 10 años como uno de los mayores despachos de Andalucía, alguno de ellos centenarios o pertenecientes a multinacionales. Su especialidad es trabajar con miles de pequeños clientes, consumidores finales y minoristas.

Si no se crece más es por prudencia, dado que alguno competidores consultados consideran que el negocio de los pleitos bancarios ha llegado a sus máximos y a partir de ahora ira disminuyendo paulatinamente.

El primer cuartel general en casa.

Fundó su despacho junto a su mujer en 1995, por lo que lleva ya 27 años ejerciendo. Monto el cuartel general primero en su casa, y “desde allí me desplazaba por toda la geografía española, a lo largo y ancho del país, de juzgado en juzgado. Porque siempre me considerado un abogado de trinchera”, recuerda. De aquellos años tiene la remembranza de un gran desgaste físico hasta la extenuación, y un buen día se le encendió la bombilla y cambió de estrategia. Se fijó en las preferentes y en la deuda subordinada y diseñó la industria de litigar contra la banca, aprovechando que eran cientos, no, miles los afectados con problemas similares. “Echamos a andar con las preferentes, porque había miles de ahorradores de una cierta edad que se sentían impotentes y estafados, pero no sabían cómo recuperar su dinero, nosotros les dimos la clave. Nuestra publicidad les abrió una ventana de esperanza y les animo a salir de casa e iniciar un camino o una senda que les condujo a recuperar lo que era suyo”. Continua: “pero al poco tiempo, se cruzaron en nuestro camino otros productos tóxicos comercializados por la banca masivamente como la deuda subordinada, los bonos convertibles, los swaps, las hipotecas multidivisas y, como guinda del pastel, aparecieron las clausulas suelo, clausulas IRPH, las comisiones de apertura de la hipoteca y los gastos de hipoteca”, explica este hombre cercano y sencillo en su forma de expresarse.

Ortiz afirma que dividió su plantilla de abogados especializándola según sus perfiles, de forma que unos solo se dedican a la cláusula suelo, otros al IRPH, otros a los gastos y otros a demandar la nulidad de productos financieros tóxicos, como los bonos convertibles (cocos) o la hipoteca multidivisa o la hipoteca tranquilidad de Banesto. Además de los matemáticos e informáticos que también ha contratado. Su porcentaje de éxito, señala, es de un 99% en los casos presentados ante los Juzgados de Primera Instancia, y de un 99% en apelaciones ante las Audiencias Provinciales. Así que con esa tasa de éxito, y tras la industrialización, llego la segunda clave: atraer con los precios. “Que son, creo, hoy por hoy, los más competitivos del mercado. Tan es así, que cuando se ganan las costas al banco se le devuelve la pequeña provisión de fondos que se le pide al cliente”, afirma el señor Ortiz.

Ortiz afirma que la banca se equivocó al 100% cuando decidió pleitear masivamente con cada uno de sus clientes o cuando intentó engañar a sus clientes intentando que renunciara a reclamar al cláusula suelo a cambio de que le quitaran la suelo o le redujera la suelo en 1 o 2 puntos porcentuales. “Con esta actitud desafiante y chulesca, lo que ha conseguido es todo lo contario, que la gente esté muy cabreada con su banco de toda la vida y que vaya al abogado a reclamar lo que es suyo. Nosotros somos producto de los abusos bancario, no al revés”.

Ortiz segura que la experiencia le ha enseñado que las reclamaciones previas de los clientes ante el Servicio de Atención al Cliente del banco (SAC) no valen para nada, puesto que hemos comprobado como en la practica el Banco dispone de 10 o 12 modelos de carta diferentes pero que se repiten, con diferentes modos de rechazar la misma reclamación. “El único lenguaje que reconoce la banca es la condena en una sentencia judicial firme. Comprobamos con ternura como muchos clientes todavía tienen fe en el sistema bancario y pierden meses y meses, años y años, reclamando antes el banco para que la final le digan que no. Desengáñate porque la única solución es demandarlos y que el tribunal te dé la razón. Antes, hace unos años, demandar al banco era impensable, porque el banco siempre demandaba al cliente moroso. Ahora es al revés, es el consumidor el que reclama al banco judicialmente que le devuelva lo que es suyo y encima gana con costas”. ¿Podríamos decir que es David contra Goliat? Pues sin duda podríamos decirlo.

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