Al mediodía de ayer, en el Castillo de Santa Catalina se producía una de las mayores concentraciones de fotógrafos que se recuerdan en los últimos tiempos en la capital, todos atraídos por la presencia de su compañero y amigo Emilio Morenatti, venido expresamente desde Pakistán para inaugurar su última colección de fotos.

El jerezano, primer español que consigue el primer puesto en la sección Periódico del certamen estadounidense Pictures of de Year International por su trabajo desarrollado en aquel país, donde trabaja como corresponsal de la Agencia Associated Press, recibió el abrazo de sus compañeros, entre ellos su hermano Miguel Ángel, para luego, a requerimiento del gaditano Pablo Juliá, director del Centro Andaluz de Fotografía, tomar la palabra para afirmar que "los fotógrafos no tenemos mucho que decir, sino que mostrar" y añadir que en la exposición Violencia de género los rostros abrasados por el ácido de las mujeres pakistaníes, que además suponen su primer trabajo de retrato horizontal, "me siguen emocionando y es un homenaje a ellas, que han sido valientes para mostrar las huellas de la presión patriarcal que sufren".

Por su parte, Marta Ramodena pormenorizó los siete meses de trabajo, con más de 5.000 retratos, que han llevado a cabo para conocer las historias de esas mujeres, normalmente jóvenes, bellas y pobres, que pagaron con sus rostros desfigurados disputas entre familias, dotes matrimoniales insuficientes o el rechazo de pretendientes despechados, lo que calificó como "otra forma de violencia de género, además de lo más brutal".