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Cádiz

El fiscal pide 3 años de cárcel para el ex director del IES Cortadura por abusos

  • Dos alumnas menores de edad que ejercen la acusación particular solicitan la misma pena de prisión

  • La juez que ha llevado la investigación del caso ya ha acordado la apertura del juicio

Una imagen del Instituto de Educación Secundaria Fuerte de Cortadura, que se encuentra a la entrada de Cádiz.

Una imagen del Instituto de Educación Secundaria Fuerte de Cortadura, que se encuentra a la entrada de Cádiz. / fito carreto

La Fiscalía solicita tres años de cárcel para el ex director del IES Fuerte de Cortadura, Francisco José Molina Nuñez, al que acusa de dos delitos de abusos sexuales, uno de ellos continuado. Por su parte, dos alumnas menores de edad que ejercen la acusación particular piden otros tres años de prisión también por abusos y añaden dos delitos más de exhibicionismo y contra la integridad moral, por los que plantean multas económicas.

Todas las acusaciones demandan, además, que el que fuera responsable del centro educativo sea inhabilitado como docente o cualquier otra profesión que conlleve contacto directo y regular con niños.

La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Cádiz, Rosa María García Jover, ha dictado recientemente el auto de apertura de juicio oral y ha declarado que esta causa sea tramitada por el Juzgado de lo Penal. El caso queda así pendiente de señalamiento.

Calificación fiscal

El fiscal recoge en sus conclusiones provisionales que durante el curso académico 2015-2016, Francisco José Molina, entonces con 57 años de edad, ejercía como profesor de Física y Química en el IES Fuerte de Cortadura.

En fechas no determinadas, pero en todo caso en el transcurso del referido año académico, el docente, "con la finalidad de atentar contra la libertad sexual y aprovechando su autoridad como profesor", realizó en varias ocasiones y sin su consentimiento tocamientos a una alumna de 16 años por encima de la ropa y en los glúteos con la excusa de sacudirle la tiza. Según sostiene el fiscal, estos episodios de índole sexual se repitieron cuando ambos coincidieron en un local situado en la zona de Puerta Tierra y cuando él la llevaba en su vehículo.

El 16 de junio de 2016, prosigue la acusación pública, mientras el procesado almorzaba en un restaurante de Paseo Marítimo con un grupo de alumnos, volvió a realizar tocamientos a esta misma joven e intentó darle un beso, si bien no lo consiguió porque ella se retiró.

En ese almuerzo, apunta el fiscal del caso, Francisco José Molina tocó nuevamente a otra alumna diferente menor de edad (16 años).

Estos actos fueron denunciados por los padres de la primera chica el 21 de noviembre de 2016 mientras que la madre de la segunda joven hizo lo propio el 13 de enero de 2017.

Tal y como señala la Fiscalía en sus conclusiones, una de las alumnas sufrió como consecuencia de los abusos "trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado depresivo no permanente o constitutivo de secuela con pronóstico positivo".

En materia de responsabilidad civil, ninguna de las dos menores implicadas en este procedimiento reclaman indemnización. Sólo una de ellas solicita que Francisco José Molina le abone los gastos derivados del cambio de instituto. En caso de impago, sería la Junta de Andalucía la que tendría que responder como responsable civil subsidiaria.

Acusación particular

El escrito de calificación planteado por las acusaciones particulares expone que el ex director del Cortadura mostró "desde muy pronto" (en el curso 2011-2012) cierta "predilección y fijación" por las dos alumnas denunciantes, antes incluso de ser su profesor, hasta el punto de referirle a una de ellas que era "la más guapa del instituto".

Esa obsesión se mantuvo durante los cursos siguientes. Así, en el año académico 2014-2015 Molina -sostiene la acusación particular- agarró a una de las menores por los hombros y le dijo "ya se te ha caído el cascarón", en clara alusión a su desarrollo físico como adolescente. Durante el curso escolar 2015-2016, el docente se apoderó del móvil de esa joven y se envió al suyo un mensaje para así conseguir el número de la chica. Entonces comenzó a remitirle whatsapp para que le enviase fotos suyas.

Además de los tocamientos a los que se refiere el Ministerio Fiscal, los escritos de las acusaciones particulares detallan un episodio en el que el ex director, en el transcurso de un almuerzo de fin de curso, "invitó a alumnos menores de edad a beber alcohol". En la terraza del bar tocó a las denunciantes sin su consentimiento y, en un momento dado, se bajó los pantalones enseñándole a las querellantes y al resto de alumnos allí presentes sus nalgas y testículos. En dicha comida, el profesor le dijo a una menor que "era su perdición, que la quería y que ya no podían ser amigos, sino algo más; y que había estado cenando con una de sus novias y que no podía parar de pensar en ella". La joven, "que no daba crédito a lo que estaba escuchando", rompió a llorar y le manifestó al acusado que no le hablara ni la mirara.

Paralelamente a esa obsesión por las adolescentes, apuntan las acusaciones, durante sus clases el procesado pintaba en el brazo y en el cuaderno de las chicas dibujos de penes. También las humillaba verbalmente.

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