Fernando el Católico, una calle como del siglo XV en Cádiz

El lamentable estado de deterioro y abandono en el que se encuentra desde hace años el pavimento de la calle Fernando el Católico, al pie de un Bien de Interés Cultural (BIC)como la Muralla de Cádiz, en su tramo de San Carlos, parece querer rememorar y perpetuar cómo eran las vías urbanas en tiempos del monarca castellano, allá por los siglos XV y XVI.

Aunque las imágenes que forman parte de esta información hablan por sí solas es necesario subrayar en rojo que hay grandes baches, losas y adoquines levantados, seguramente por la fuerza de las raíces de la línea de árboles que la recorre desde la Plaza de España hasta la de Filipinas. Pero también se ven varios grandes manchones de tierra absolutamente desprovistos de cualquier pavimento. Todo esto en una vía por la que transitan a diario los escolares del Colegio Nuestra Señora del Carmen, más conocido como Las Carmelitas; los vecinos de la plaza contigua a la entrada de la Punta de San Felipe y cualquier ciudadano o turista que desee disfrutar de lo que debería ser un agradable paseo a los pies de un Monumento-BIC que también necesita de una urgentísima e integral restauración.

El deplorable e imparable estado de deterioro de esta calle peatonal tan emblemática ha causado ya más de un accidente, afortunadamente sin graves consecuencias, y supone un evidente obstáculo y riesgo añadido para las personas con movilidad reducida y para las mayores.

Desde la Asociación de Vecinos Murallas de San Carlos aseguran que vienen demandando al Ayuntamiento que se arregle la calle desde hace mucho tiempo, pero que no fue hasta hace poco que se personaron por allí técnicos municipales para ver y evaluar in situ las dimensiones del deterioro galopante del pavimento en esta vía, sobre todo en su franja central.

Cuando se pregunta por cuándo van a empezar las obras de reparación de esta calle, desde el Ayuntamiento responden que “se va a actuar, aunque se está trabajando de manera conjunta entre las delegaciones de Mantenimiento Urbano y Parques y Jardines, ya que los árboles que están en la zona están catalogados”. De momento dicen no tener más detalles de esta intervención.

Lo que parece evidente a la luz de esa catalogación y de la escasa masa arbórea que padece una ciudad que cada vez pierde más árboles es que la solución no puede pasar por el talado ni el dañado de esos ejemplares. Tampoco, por supuesto, por la afectación de la muralla contigua, una joya histórica y arquitectónica, por cierto, invadida y tapizada por plantas oportunistas, que puede que le den un atractivo toque de color, pero cuyas raíces seguramente estén dañando el mortero entre sillares de la fortificación y, en algunos casos, hasta los propios bloques de piedra ostionera.

De momento, la única intervención que ha realizado el Ayuntamiento en este tramo de la Muralla de Cádiz es la impermeabilización de algunas de las bóvedas de propiedad municipal que sufrieron filtraciones durante las últimas lluvias, según confirmaron desde el Ayuntamiento.

Arriba, en el paseo que conecta con la Alameda a lo largo de la calle Honduras queda pendiente también la restauración de las bases de los cinco cañones de los siglos XVII y XVIII allí colocados en 2014, hallados en 2008 y 2009 en las obras de ampliación del parking de Canalejas. Se encuentran en muy mal estado, según informan desde la asociacióni de vecinos.