La orden europea de entrega de Jenaro Jiménez ya ha sido cursada

La presencia del empresario en Hungría fue una sorpresa para los investigadores ya que se barajaban Rumanía y Bulgaria

Jenaro Jiménez llega esposado a los juzgados en el año 2009, días después de ser detenido tras su fuga a Paraguay.
P.i./M.m.a. Cádiz

21 de septiembre 2016 - 01:00

La orden europea de entrega de Jenaro Jiménez a España tras su detención en un control absolutamente fortuito y rutinario en Hungría en el que su nombre saltó a la base de datos ha sido ya cursada y se espera que se pueda producir en los próximos días, ya que, según fuentes consultadas, al tratarse de un registro europeo, y no el de la Interpol, donde se incluyen muchos más países, los trámites suelen ser más rápidos.

La presencia de Jenaro Jiménez en Hungría fue una sorpresa para los investigadores, ya que los anzuelos estaban echados en Bulgaria, donde estaban convencidos que llevaba una nueva vida. Sin embargo, por lo que se ha podido saber, hacia tiempo que su residencia era el país donde ha sido detenido, sin que las fuentes consultadas conozcan a qué actividad se dedicaba en el momento de ser detenido.

Y también fue sorpresa porque anteriormente se había hecho una comunicación oficial desde el juzgado a las partes en el que se decía que se había localizado en Bucarest, la capital de Rumanía.

Mientras tanto, Jenaro Jiménez ingresará directamente en prisión cuando pise el suelo español para cumplir los dos años de cárcel a los que fue condenado por estafar al que fue su cuñado en el año 2008, justo dos días antes de simular su muerte y marcharse para Paraguay. Entonces le cobró 47.000 euros por la señal de un piso al que era familiar, dinero que jamás apareció y que lo dejó sin la vivienda.

El abogado del que fue su cuñado, Ernesto Martínez Gómez, recuerda que para tratar de eludir la prisión Jenaro pidió en el juzgado compensar la deuda que había contraído y, además, su defensa intentó hacer ver que había escarmentado por lo que había hecho en el pasado. También presentó un contrato de trabajo que pertenecía a un local que era propiedad de la hermana en la provincia de Málaga y con una empresa semi ficticia. De los 47.000 euros sólo pagó 2.500, por lo que se pidió que ingresara en los juzgados ante la nula voluntad por resarcir el daño. Una vez que tenía que ingresar en prisión, Jenaro Jiménez desapareció y, por ello, se decretó una orden de busca y captura internacional.

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