Una sanitaria resignada y atrapada en la estación de Cádiz: "Querría haber estado ayer en Utrera a las ocho y pico y aún no sé si hoy dormiré aquí o allí"

Se acumulan los usuarios de Renfe que necesitan llegar a Sevilla para quedarse en la capital o alrededores, o bien para coger una conexión con Madrid o con otros puntos de España

La megafonía no hace otra cosa que pedir disculpas a los clientes del servicio ferroviario pero la incertidumbre se apodera de ellos al ver que se va la mañana y que acumulan ya horas de espera en la estación de Cádiz

Suspendidos los trenes desde Cádiz a Sevilla, Madrid y Barcelona tras el temporal de lluvia y viento del miércoles

Imagen de este jueves por la mañana del acceso a la estación de Adif de Cádiz / Joaquín Benítez

Es impresionante la paciencia que puede llegar a tener una persona en situaciones complicadas. Al menos esa era la sensación general de muchos de los usuarios de Renfe que llevan horas sentados en el vestíbulo de la estación de Adif de Cádiz.

Todos tienen un ojo puesto en las pantallas, de las que sólo han dejado activa una, y un pie puesto en la sala en la que se ubican las taquillas y el servicio de atención al cliente. Mucha resignación entre todos o entre casi todos los allí presentes.

Un vasco que se ha llevado en Cádiz dos meses de vacaciones le decía a su mujer: "Carmen, me dicen que de momento no lo solucionan". Escuchar esa declaración fue excusa más que suficiente para contactar con este bilbaíno, ya de pie, y a punto de volver a acercarse a atención al cliente para ver cuándo podrá llegar a Sevilla, para coger allí una conexión a Madrid y, desde allí, otra para el País Vasco.

En las manos tenía sus billetes de tren y los de su mujer, todos ellos con horas de salida y con horas de llegada a cada uno de los destinos, pero para nada sirven estos datos porque debería haber salido a las diez y pico de la mañana de este jueves y eran las once y media cuando hablaba con este periódico y acababan de suspender su conexión. "Espérese que si quiere ahora le cuento". "¿Y cómo se siente ahora?", le preguntó este periodista. "Pues imagínese, ya estoy muy cabreado con la situación y ya estoy un poco harto porque la última vez que me vine para Cádiz me dio problemas Renfe pero esta vez a la altura de Chamartín así que se me quitan las ganas de venir, se lo juro".

A pocos metros de llegar a la puerta de la estación estaba una señora del servicio de limpieza que trabaja allí con su carrito con los artículos de limpieza y cambiando las bolsas de las papeleras. "Esto es desde ayer un hervidero. La gente va llegando a cuenta gotas y todo el mundo sale de la estación muy seria y echando pestes de Renfe. A mí lo que me han explicado es que el problema está en que se ha caído una catenaria entre Sevilla y Lebrija y que eso ha provocado que los trenes no puedan pasar de Sevilla, de manera que está afectada la media y la larga distancia y creo que los cercanías no, pero tampoco le puedo decir".

"¿Y no están poniendo autobuses?", le preguntaba este periódico. "·La verdad es que Renfe está haciendo lo que puede porque hay veces que los problemas técnicos requieren paciencia porque aquí no hay nadie cruzada de brazos y sé con certeza que se está haciendo todo lo posible para arreglar cuanto antes el problema para que afecte a cuanto menos usuarios mejor".

Y justo a las puertas de la estación, una chica de Utrera fuma ya desesperada aunque también con cierta dosis de resignación. Ella, según contaba, debería haber cogido el tren de ayer miércoles a las siete y pico de la tarde para llegar a su casa de la localidad sevillana para poder dormir allí, pero le dijeron que había problemas técnicos y que esperara los trenes siguientes a ver si se solucionaba el problema. "Pero menos mal que yo tengo casa aquí en Cádiz, pero delante mía había señores y señoras mayores e incluso una señora en sillita de ruedas que no sé cómo se habrán apañado esta noche". Esta joven está haciendo las prácticas en el hospital de Cádiz y ahora le toca el merecido descanso en Utrera, destino al que aún no sabe a qué hora llegará: "Querría haber estado ayer en Utrera a las ocho y pico y aún no sé si hoy comeré en casa". De momento esta sanitaria tenía un billete en la mano para un tren que debería haber salido a la una menos veinte de la tarde de este jueves, "pero no sé si saldrá o no y ya no saben qué decirme. No me ponen autobús y yo les digo que llegar tengo que llegar a su casa", lo que demuestra ya su alto grado de indignación aunque también su alta dosis de paciencia.

Una joven estudiante miraba la única pantalla activa del vestíbulo de la estación de Renfe de Cádiz y hablaba sólo en voz alta diciendo que "ufff, han suspendido el tren de Jaén". Esa era su única esperanza ahora mismo de poder llegar a su pueblo, también ubicado en la capital hispalense.

Un hombre de unos treinta años, sentado junto a un grupo de jóvenes extranjeros que compensaban su indignación con una sesión, entre risas, de piedra, papel o tijeras, hacía una pausa en su trabajo, ya que se encontraba también en el vestíbulo aprovechando la esperar para trabajar en remoto con su portátil. Y así contó su historia:

"El martes por la tarde me fui en coche de Madrid, donde resido habitualmente, a Bilbao porque tenía allí un tema de trabajo; el miércoles por la mañana me fui de Bilbao a Donosti también por trabajo, y ya el miércoles por la mañana me fui de Donosti a Madrid para coger un tren a las siete de la tarde de Atocha a Cádiz. El tren salió con normalidad a las siete en punto y a las siete y media aproximadamente recibí un whatsapp en la que me planteaban que no me podían garantizar el trasbordo de Sevilla a Cádiz".

La pantalla que indicaba las salidas y las llegadas en la estación de Adif de Cádiz / Joaquín Benítez

"A las ocho u ocho y cuarto el tren se para en mitad de la Mancha, antes de llegar a Córdoba y se quedó allí parado un rato. Reanuda la marcha y, sobre las ocho y media dijeron por megafonía que todos aquellos que tuvieran enlace a Cádiz que, presumiblemente se iban a poner unos autocares y que al salir del tren nos irían informando."

El tren de este usuario llegó a Sevilla en vez de a las nueve y pico a las diez de la noche, con unos cuarenta minutos de retraso y, al salir, había personal de Renfe indicándoles que había autobuses para llegar a Cádiz. "Nos montamos en un autocar. Mi tren que debería haber salido de Sevilla a Cádiz a las diez y diez pues salió a las once y cuarto el autocar y tenía previsto llegar a Cádiz a las doce de la noche y llegué a la una y media".

Este usuario destaca la amabilidad del conductor del bus que le confesó que Renfe había tenido que buscar con urgencia y "un poco a lo loco" a todas las empresas de autobuses que pudieran ponerse al servicio de este problema técnico que aún persiste ahora mismo. "Menos mal que el conductor fue muy majete porque yo tenía hotel cogido a la altura del Estadio y en vez de traerme hasta aquí, hasta la estación, me hizo el favor de dejarme casi en el hotel".

Y ahora otra aventura porque le toca volver a casa. Cuenta este joven usuario que "tenía un billete para las 10.50 horas que es evidente que ya no sale y que me conectaría con otro tren en Madrid. De momento me dicen que ese tren puede que salga sobre las doce y que lo que no saben es si llegaré a Jerez y allí tendré que coger un autobús. No sé la sorpresa que me aguarda aún, menos mal que mi billete es único con enlace, pero no sé a qué hora estaré en Madrid. Todo maravilloso".

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